Nació en la provincia de Córdoba en 1981. Estudió Literatura y Arquitectura en la Universidad Nacional de Córdoba. Participó en diversas antologías. Siempre dijo que sus cuentos eran pequeños, sin vigor, sin importancia, con cierta fijación en lo extraordinario, en lo raro, y en el ridículo. Sin embargo, no han sido pocos los premios recibidos. Actualmente reside en Francia.
EL GRITO
Despertó aterrorizado por su propio grito. Quiso hablar, explicarse a sí mismo el suceso, pero el grito se transformó en un aullido triste y prolongado.
“Será mejor que no intente nada” – pensó. Siguió gritando. Corrió hacia el espejo y vio su rostro violeta, sus ojos cansados y su boca abierta. No podía callar. Se llevó la palma derecha a la boca y el sonido se hizo cavernoso y grave.
Los vecinos llamaron a la puerta para averiguar qué ocurría. El hombre que gritaba no apareció.
La gente golpeaba más fuerte. Algunos no se contentaban y martillaban las ventanas y las paredes.
Parado en el cuarto más alejado del frente, donde la muchedumbre asediaba la casa, ya casi sordo por sus gritos se cubrió los oídos con las manos.
Desapareció tres días más tarde, justo cuando las autoridades, trastornadas por la situación, decidían invadir la vivienda.
Pero el grito nunca cesó, martirizó para siempre la piel sin revocar de aquella casa.
Sintieron gran consternación cuando llegó la otra luna.
Fue un atardecer como tantos, y allí quedó, al lado de la original, exactamente igual.
Se quedó esa noche, y otras noches.
Casi no se hablaba de otra cosa. Los científicos propusieron mil teorías para explicarla, los parapsicólogos la atribuyeron a una extraña fuerza, los horóscopos cambiaron, se compusieron canciones, poesías y ensayos sobre la otra luna.
Les resulta muy extraño verlas juntas. Aparentemente, la nueva luna seguía un curso paralelo al de la original.
Alguien sugirió que quizás había un gigantesco espejo en el cielo que la reflejaba. Pero era una idea inverosímil.
Después de un tiempo, la gente casi llegó a acostumbrarse, aunque dicen que se experimentaban cambios en la vida cotidiana: puertas que se abrían solas, autos que se detenían de repente, desapariciones misteriosas de pequeños objetos.
Se temió que aparecieran otro sol, otra tierra, y, finalmente, miles de sistemas solares emparentados en poca distancia. Pero nunca llegó a suceder…
Una noche sólo alumbró una luna. Sin previo aviso una de las dos había desaparecido. Nadie podía saber si era la otra o la original. Y este dilema se mantiene en nuestra época.
Guillermo Bravo.
(de su libro “No le cuentes a nadie, Ediciones del Boulevard)
Otro joven escritor, hoy Andrés parece querer sorprender a los lectores de la revista y conmigo ya lo logró. Con este narrador llego a la conclusión de que se trata de escritores que intentan conseguir una voz distinta, diferenciarse. Me pareció tan original su escritura como la de Gonzalez. El grito es buenísimo.Felicito a ambos
ResponderEliminarIrene
Qué buenos cuentos, son breves y logra captar la atencion de quien lee. Se percibe el talento narrativo del autor.
ResponderEliminarFelicitaciones Guillermo
Ana María Campra
Cuentos pequeños, sin vigor, sin importancia, creo que es una ironía del propio autor, son geniales.Me agrada toda el tipo de narrativa pero tengo especial inclinación por estos que tienen un contenido de humor negro, sí puede ser o que deja en la incógnita. Bravo BRAVO!
ResponderEliminarMariano Lazarte
Me gustaron. Mucha creatividad , pero deja un espacio para la imaginación del autor.
ResponderEliminarGracias.
amelia
Creo que es como dice Amelia. Deja que el final sea el fruto que corte el lector.
ResponderEliminarMe resultaron buenísimos y tiene una simplicidad increíble, a la vez atrapan.
Pedro Altamirano
la creatividad parece ser la célula madre de esta generación de jovenes.
ResponderEliminarbuenísimos los dos cuentos.
Andrea Casas
Disfruté muchísimo estas breves narrativas o cuentos cortos. Guillermo logra muchas cosas, mantener atento a quien lee y a la vez dejar que sea el lector quien juegue con la imaginación.Soy de las que espero que el autor no me lo cuente todo, que haga también que yo participe. Este autor, tan joven, lo ha logrado.
ResponderEliminarEXCELENTES, HAY TALENTO EN ESTE JOVEN. OJALÁ NO DEJE DE ESCRIBIR, MUCHOS LO HACEN PARA PODER SUBSISTIR CON OTRA COSA QUE NO SEA LA LITERATURA.
ResponderEliminarEDGAR BUSTOS
Otro ejemplo de brevedad y pese a la juventud interpreta lo que el lector necesita, una dosis de intervención. Felicitaciones
ResponderEliminarCarlos Montero
Los cuentos de Guillermo Bravo son simplemente geniales, creativos, inspirados. Son increibles, me encantan. Investigando un poco vi que el año pasado sacó otro libro (aparte de No le cuentes a nadie). Les paso el dato, se llama El Cuchillo, es de Editorial Alcion (una editorial muy interesante que selecciona los autores que publica muy atinadamente)
ResponderEliminarGuillermo es talentosísimo
Genial el Blog