jueves, 13 de enero de 2011

JAROSLAV SEIFERT



Poeta y periodista checo nacido en Zizkov, barrio obrero de Praga en 1901. Se afilió al Partido Comunista y comenzó a trabajar en el periódico Rudé Pravo, órgano del Partido. Fue cofundador del grupo vanguardista Devétsil. Publicó su primer volumen de poesía en 1921 bajo el nombre de "Ciudad en lágrimas" y en 1923, “El amor mismo”. Más tarde,  buscando el perfeccionamiento, siguió los pasos del Dadaismo para fundar el Poetismo, en cuya etapa publicó "En las ondas" , "Viaje de novio”; 1926" y “Paloma Mensajera” en 1929; año en que  fue expulsado del Partido Comunista por sus posturas críticas. Tras la expulsión de los alemanes en el levantamiento de Praga, fue considerado  poeta nacional y editó en el periódico Práce. Adoptó luego el estilo clásico, escribiendo poemas contenidos  en los poemarios "Manzana de regazo" en 1933, "Las manos de Venus" en 1936 y "Primavera, adiós" en 1937. “Vestida de luz”, 1940; “Casco de tierra”, 1945 y “Mano y llama”, 1948. En 1949 abandonó el periodismo para dedicarse exclusivamente a la literatura. Fue presidente de la Unión de Escritores Checos, renunciando al cargo tras la invasión soviética y publicando entonces desde la clandestinidad y en el extranjero, donde sus poemas tuvieron gran acogida. Escribió el poemario “Madre”, 1954.  A partir de la década del sesenta, dedicado por completo al verso libre, produjo la parte más brillante de su obra  con publicaciones tan importantes como  "Concierto en la isla" 1965, “El beso de despedida “, del mismo año; “El anillo de la madona de Trebon”, 1965;  "El cometa Halley" 1967, "La fundición de las campanas" 1967,”Cantos sobre Praga”, 1968 ; "La columna de la peste" 1977; “Paraguas en Picadilly”. 1979 y "Ser poeta" 1983. En 1984 obtuvo el Premio Nobel de Literatura. En 1985 publicó sus memorias (Toda la belleza del mundo). Murió el 10 de enero de 1986. 



Pan y rosas


Entre dos polos se tensa el mundo
como la piel del asno.
La vida, entre dos cosas:
pan y rosas.

Se oye el mundo, redoblan los tambores.
Para cosas pequeñas, guerra grande.
Ganador y vencido vuelven a casa.
¿Qué distancia, qué distancia hay a casa?

Dos dados, dos palabras maravillosas,
en la corneta de la historia: pan y rosas.
Volver a tocar sobre el tambor volcado
moviendo con violencia la corneta en las manos.

Sobre la piel de asno del tambor de guerra,
para nuestro amor, el hambre y la muerte espera.

El grito de los fantasmas

En vano nos agarramos a las telarañas flotantes
y al alambre de púas.
En vano apoyamos el talón en la tierra
para no dejarnos arrastrar con tanto ímpetu
hacia las tinieblas, que son más negras
que la más negra noche
y carece ya de corona de estrellas.

Y cada día encontramos a alguien
que involuntariamente nos pregunta
sin abrir siquiera la boca:
¿Cuándo? ¿cómo? ¿y qué viene después?

Bailan y danzan aún un poco más
y respiran el aire perfumado,
¡aunque sea con el dogal al cuello!

Ambas traducciones pertenecen a  Clara Janés

9 comentarios:

  1. Una diálectica fantástica en ambos poemas, en el primero mas explícita , en el segundo mas sutil , casi involuntaria me animaría a decir.
    Gracias por traerlo.
    amelia

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  2. MUCHAS GRACIAS, ambos poemas me parecieron maravillosos, y las preguntas, tan duras! de quienes van perdiendo la vida y persisten en conservarla bailando, danzando.
    Nunca antes había leido a este Premio Nobel de Literatura. Fue un placer. marta comelli

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  3. Maravillosos poemas como dice Marta. Por algo fue elegido Premio Nobel de Literatura. Son habituales los importantes aportes que nos brinda la revista.

    Andrea Casas

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  4. JAROLAV, UN GRANDE, Y QUE BUENO , QUE BUENO ENCONTRARLO EN LA REVISTA. LA GENTE NO CONOCE LA OBRA DE TODOS LOS ESCRITORES QUE GANARON PREMIOS NOBELES. BIEN POR EL EDITOR!

    EDGAR BUSTOS

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  5. No sólo tiene cara de bueno Jarolav, su poesía es una suma de interrogantes que obliga a contestar con lo propio, con lo que se tiene, con lo que se siente.Alberga sabiduría.Y como dicen los comentarios anteriores, de la larga lista de quienes obtuvieron el Nobel, conocemos la mitad como mucho y en eso hay que agradecer el trabajo de revistas virtuales como estas que nos pone al alcance de la mano el material y nos permite conocer a los autores.

    Lily Chavez

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  6. Con la guerra y los duros entramados de la historia prendidos para siempre, con un cielo oscuro ya sin estrellas, igual se baila, igual hay que bailar. Magnífico.
    Cristina

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  7. PAN Y ROSAS, un poema de permanencia sin pausas:

    "Sobre la piel de asno del tambor de guerra,
    para nuestro amor, el hambre y la muerte espera".

    Vigencia actual y futura, un poema que sintetiza la tragedia de la condición humana, las guerras y la violencia, la muerte y el renacer de la vida y nuevamente la guerra, las bombas, la muerte. Seifert es poco conocido y merece estar en el pedestal del humanismo...

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  8. Como no puedo leer todo, es domingo dedicado a la familia, voy eligiendo al azar.Me doy con este poeta de excelente poesía que me provocó inmenso placer leer.

    María Esther Martinez

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  9. Aprendemos o no aprendemos. Muchos poetas me son desconocidos y es tan grato descubrirlos. Agradecimiento que desde luego es para la revista.

    Irene

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