QUÓRUM
De entre todos,
iguales,
grises,
y uniformes;
sólo había
una tenue y cálida
sonrisa, que navegaba
jugando
como un barquillo de papel.
No tenía destino de mares
inconmensurables.
No imponía su evidencia!
Era sí,
un don suave y tierno,
como el juego de los niños
después de la lluvia.
Aldebarán de Tauro :
Rescate en Obispo Trejo
La gigante naranja,
Ojo del Sur, pulsante
invitaba.
Taurina mujer, difuminada,
si el aire no regalara,
un soplo de sol
al portal de tus ventrículos,
la inspiración
volaría a ciegas!,
sin exaltar al poeta,
sin que la rescate en arte,
para que los pueblos canten...
Tú, no serías tú!...
faltarían, las llamas de tus hogueras,
para animar manos bien dispuestas
y restaurar al caminante eterno,
precipitaría el tiempo
en un féretro pequeño,
detenido...expectante,
y el azul etéreo
no tendría, tus ojos para mirarse!
Telequinesia y rescate.
Mi beso, ya suelto al aire
como un reclamo,
una incitación
a izarte,
es un propósito hendido
ora en viaje, hacia tu elíptica,
para encontrarte!
Toro,
que brama en su sangre,
bravío raja la tierra
y enciende las polvaredas!
Es cuño de tu signo,
rigor, empecinada fuerza.
Ojos indios
vigías de sus lágrimas
miran tu andar de atardeceres,
acariciando la sabana
en bucólicos paisajes;
te saben la encarnada
Cacica Machi, del Salar.
En el mar de Ansenuza que te nombra
-diosa del agua-
tras la estocada!,
has de embebecerte en sal!
para emerger desterrada,
en dionisiaca transmutación
crepuscular, mutis ritual,
hasta rayar el alba.
Tu bífida quintaesencia,
trama del cosmos, urdida
complejidad, de existencia
lumínica y universal geometría
que en la noche,
encendida destella,
su Toro de lidia!
Julio Taborda Vocos
Don tierno del poeta se manifiesta en la primera poesía, pero luego desborda con fuerza y magníficas metáforas donde reina Aldebarán la estrella roja. CoMo soy taurina, me apropio del poema.
ResponderEliminarMuy buena publicación.
MARITA RAGOZZA
Muy bellos poemas. Algunas cosas pierden sentido con el tiempo, ya no hacen eco por más que se taladre la palabra. Ya nada sugieren, se pierden en el eco gastado del que las repite por inercia. Este poeta sabe de no decir vacíos.
ResponderEliminarNadia
Una escritura encantadora y particular, así defino estos poemas. Fue publicado antes? De donde es?
ResponderEliminarAndrea Casas
Me gustó encontrar a Julio Taborda Vocos en la revista. Está viviendo en Córdoba y estuvo mucho tiempo en Barcelona, tal vez por eso su escritura Andre te resulta particular, al menos también lo siento así. ´¡Que lindo ese inicio del segundo poema!pensar en que la inspiración volaría a ciegas, hermosa imagen. Felicitaciones Julio!
ResponderEliminarLily Chavez.
Depende Julio, tu primer poema me hizo recordar nuestra torpe manera de chapotear despues de la lluvia, suave no, quizá tierno sí. Buena poesía!
ResponderEliminarCarlos Montero
Interesante poesía, no sé que me pasa hoy ,siento que hay una voz propia que pasa por la palabra, que no son esos poemas que uno toma y simplemente lee, como si hubiese que cuidar su entonación. Felicitaciones Julio!
ResponderEliminarMarianela
El poeta tiene muchas vidas en su historia, como lecturas y exalta a toda mujer que sus ojos se encuentran. Las ama y cabalga con la palabra entre sus alas.Imagino que transita el camino cabalgando sobre las aguas.
ResponderEliminarPoesía no habitual, para nosotros los lectores.Se destaca.