si la sombra enmudece
si lo que mi corazón grita
no puede pronunciarlo mi boca
es un doble silencio
más hondo, más mudo
y mi fuego no alcanza
ni la sangre ni el vino
ni el sudor del esfuerzo
si estás hecho de nieve
si eres agua y me temes
si en lo oscuro te pierdo
si te disfrazas de ausente
tal vez me encuentres dibujada
cuando el sol te despierte
vuelta cuadro o retrato
o pegada en la ventana
tal vez implote mientras duermes
y entre las sábanas calientes
como un manojo de lunares
me descubras sembrada
sin suplicar lo que quiero
sin haberme atrevido
a pedir con las manos
como ruega un mendigo
por no astillar el silencio
la mudez que nos viste
como un cilicio evidente
con ínfulas de coraza .
Es extraño enfrentarnos a un poema de Isabel Ali, acostumbrados a su narrativa de gran porte.
ResponderEliminarAna María Campra
Un título muy sugerente y un buen poema.
ResponderEliminarAndrea Casas
Isabel, gratas sorpresas!! No conocía tu poesía y segundo, me pareció ES PEC TA CU LAR!!!
ResponderEliminarEs verdad a veces, la moría el silencio duele como un cilicio. ¿te acuerdas eso del "Silencio es salud"?
Un abrazo. amelia