Liliana Lukin nació en 1951 en Buenos Aires. Se graduó como Licenciada en Letras en la Universidad de Buenos Aires. Fue asesora literaria de la Fundación Noble del Diario Clarín, donde organizó los Encuentros de Escritores que posteriormente compiló bajo la Edición Narrativa Argentina. De su autoría son los siguientes libros: Abracadabra, 1978; Malasartes, 1981; Descomposición, 1986;
Cortar por lo sano, 1987; Carne de tesoro, 1990; Cartas, 1992;Las preguntas, 1998; Retórica erótica, 2002; Construcción comparativa, 2003;y un estudio sobre la literatura amorosa epistolar desde el siglo XII al XX.
Cortar por lo sano, 1987; Carne de tesoro, 1990; Cartas, 1992;Las preguntas, 1998; Retórica erótica, 2002; Construcción comparativa, 2003;y un estudio sobre la literatura amorosa epistolar desde el siglo XII al XX.
Así ella desearía ser raptada una,
dos veces, marcada por la voluntad
de esa mano que también sabrá tocarla
como a un instrumento musical.
Tal su optimismo, su instinto de juego
en el instante mismo que, para los otros,
será su tragedia.
El raptor, sus largos cabellos ofrecidos
a esas manos, hace
de su pesimismo
el arma más dulce:
violenta, no pone ninguna distancia
¡oh, dioses bienaventurados!,
entre el deseo y el acto.
Alzada por él, ella sonríe, alzada,
y aunque parezca dolor, en su rostro
hay sólo la altura que tiene conciencia
del tiempo. ¿Cuánto podrá, así, no
caer, cuánto más los dedos hundirán
felizmente su carne, hecha para esas
penetraciones?
Él oculta su cabeza en ella y nada
se sabe, más que el brillo de sus ojos.
dos veces, marcada por la voluntad
de esa mano que también sabrá tocarla
como a un instrumento musical.
Tal su optimismo, su instinto de juego
en el instante mismo que, para los otros,
será su tragedia.
El raptor, sus largos cabellos ofrecidos
a esas manos, hace
de su pesimismo
el arma más dulce:
violenta, no pone ninguna distancia
¡oh, dioses bienaventurados!,
entre el deseo y el acto.
Alzada por él, ella sonríe, alzada,
y aunque parezca dolor, en su rostro
hay sólo la altura que tiene conciencia
del tiempo. ¿Cuánto podrá, así, no
caer, cuánto más los dedos hundirán
felizmente su carne, hecha para esas
penetraciones?
Él oculta su cabeza en ella y nada
se sabe, más que el brillo de sus ojos.
Escandalosa,
para él que no
conoce los límites
de su propia dulzu-
ra, tan obscena.
Caída, lánguida
y sola en ese nido,
esa cueva, lecho
a su medida:
nocturna y nada
oscura, lunar.
Satén y plumas
para amar y ser leída, para beber y ser
bebida, fingiéndose dormir.
Escandalosa, para lo hecho pecho, fulgura
ante él, será de él: ah! quién pudiera
quedar, así poseída.
para él que no
conoce los límites
de su propia dulzu-
ra, tan obscena.
Caída, lánguida
y sola en ese nido,
esa cueva, lecho
a su medida:
nocturna y nada
oscura, lunar.
Satén y plumas
para amar y ser leída, para beber y ser
bebida, fingiéndose dormir.
Escandalosa, para lo hecho pecho, fulgura
ante él, será de él: ah! quién pudiera
quedar, así poseída.
Retórica erótica está diseñado con los poemas caligrafiados por la autora, y fotografías de mujeres desnudas de entre 1858 y 1940, sobre las que se escribieron los textos.
Me hubiera gustado ver las fotografías, como me gustan ver los cuadros sobre los que algún poeta habla. De esa forma la palabra y la imagen suelen resultarme mágicas. De todos modos, el trabajo de Liliana siempre merece el reconocimiento de quien lee, es una excelente escritora.
ResponderEliminarLily Chavez