lunes, 3 de enero de 2011

Cristina Villanueva - Resistir para contarlo


Bicentenario

¿Desde qué lugar nos situamos para reflexionar sobre el bicentenario de la revolución de mayo?
La mirada no es inocente.
Uma saca fotos a los dos años mostrando lo que está muy cerca del suelo, de su altura, su propia visión.
Doscientos años
En los actos escolares nos teñíamos de negritos vendiendo o bailando. ¿Qué se ha hecho de ellos?
Qué desaparición sin justicia ni palabras que la nombren, los ha silenciado. Será que al contrario de la mirada de Uma la voz que nos ha contado la historia ha sido siempre la de arriba, la de los salones. Las matanzas e iniquidades de la conquista del desierto. al menos tienen palabras y
memoria .La memoria es una de las formas de la justicia .La memoria no es pasado se proyecta hacia delante. Las voces que no están, siguen insertadas, no desaparecidas, en el canto coral de la patria .Se ha pretendido borrarlas, la memoria las recoge y siguen cantando. Voces múltiples que se juntan con el amistoso sonido de Cortázar, Las aguafuertes de Arlt, Borges y su geografía emocional de esquinas rosadas, su sentido trágico, tantas veces confirmado en sucesos de nuestra historia.
En el curso de muchos años de la vida del país los uniformes se ocuparon, entre tantas terribles cosas, de mis piernas, mis lecturas, la barba y el pelo de mis amigos, el cine que podíamos ver. Después, todo eso les pareció poco, se ocuparon de la vida y la muerte de las personas. Ellos y los que los mandaban, se ocuparon también de sembrar semillas de pobreza y desigualdad
Somos los que estaban desde el principio, los que vinieron de tantos lejanos lugares con sus silencios y sus desarraigos, los que se fueron en las crisis. El psicoanálisis y el tango. Somos bailando pensamientos tristes, manifestando.
Somos las mujeres saliendo a las calles, las oficinas, las escuelas, tomando muchos cielos por asalto por ejemplo, el del placer de pensar. Somos las fotos antiguas que nos muestran universos masculinos que se van armonizando con el paso del tiempo, con la presencia de las mujeres .Somos, ahora que tomamos las calles, el deseo de compartirlas, no nos queremos quedar solas en los bares, que no hace tanto tiempo, nos estaban vedados. Somos el espacio de las plazas para todos, para el reclamo y las fiestas, el teatro callejero, las canciones, los poemas leídos a mansalva, las celebraciones y los duelos.
Mis deseos para el Bicentenario Que el humor y el amor nos amparen. Que la construcción constante de nuestra identidad con relatos y acciones, tenga ahora, después de tanta sangre, la alegría que da fuerza y guarde la multiplicidad que enriquece. Que no se caiga nadie del relato, ni los niños, ni las mujeres, ni los hombres, ni los inmigrantes, ni los exilados, ni los jóvenes, ni los viejos. Que como decía el poeta cubano Guillén, la muralla se abra a todo, menos al crimen. y a su exaltación.
Que nuestros ríos, los mares con sus sirenas escondidas, las montañas y llanuras, el álamo de Haroldo, las calesitas de las plazas y los malvones nos cuiden, para que podamos cuidarlos, Que logremos evitar la desmesura errática de ser los mejores y los peores.
Que en la Rayuela de la hermosura alguna vez la punta del zapato alcance el cielo.
l
Cristina Villanueva




8 comentarios:

  1. Hermosos deseos y como siempre, la poesía que se cuela en la prosa de Cristina, convirtiéndola en una canción.

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  2. Amiga, tus palabras envuelven el ideal de un mundo mágico, poético y por demás ilusorio, pues hoy las plazas con sus calesitas, sus malvones (y diría que hasta el álamo de Haroldo), han sido trocados en hábitats dantescos. la Li

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  3. Palabras teñidas de poesía que nos traen un relato exhaustivo de la "realidad" que nos tocó.
    amelia

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  4. Creo que el texto es un sacudón al pensamiento fácil y a la respuesta patriótica que nos inculcaron los de arriba. Cristina nos llama a ubicarnos en la historia y también en la intrahistoria - la que no es estudiada, la que no es oficial, la que pretende justicia y memoria lanzada al presente y al futuro.
    Texto nada inocente.
    MARITA RAGOZZA

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  5. Gracias, Cris, por tan lúcido comentario, lleno de poesía y de contrahistoria, la contada. Es un llamado a pensarnos y a reconocer las voces que están y nunca tuvieron voz.
    alguien dijo que es hora que el león cuente su historia y deje de contarla el cazador.
    cacho

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  6. Un ensayo pleno de lucidez y conceptos que comparto un placer su lectura, Carlos Arturo Trinelli

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  7. Era hora que mandases una prosa peso pesada y poética para denunciar al racismo y a las mentes apolilladas que debieran sumergirse en naftalina: brillante y abrumadora.
    Andrés

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  8. Así habla y escribe Cristina Villanueva hasta cuando no se propone publicar. El compromiso con la sociedad, con la historia contra todo tipo de discriminación es también su compromiso poético. Me gustó mucho
    Cristina

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