Amelia Arellano
A la eulalia le faltaban 5 pal’peso
Ha empezado a nevar y es primavera. Los copos se disuelven en la fonda oscura de
Nació silvestre, como las verbenas, pero el hombre y sus circunstancias decidieron por ella.
Cuando quedó guacha, se la llevó el patrón, y como el trabajo en
Creció como los yuyos, a merced del tiempo.
Cuando el frío le llovía en los ojos se tapaba, toda, toda, con la cobija de lana de su abuela, única herencia de su pasado.
Cuando las ubres, comenzaron a hincharse, la cabrillona fue cabra.
Como caen los chañares maduros, fue pariendo hijos.
Hijos de la sed. Del viento. Del hastío.
Siempre se dijo que a
Su ley fue contraria a la de las bestias.
“Que nazcan hembras así aumenta la majada.”
Esta era la ley del hombre:
“Que nazcan machos para que haya más fuerza de trabajo.
Cuando la única niña se anunció, el parto vino complicado; decidieron sacrificar la niña por la hembra reproductora.
Al poco tiempo el vientre fue creciendo como la luna llena.
-“Que se va en sangre”-
-“Que el aborto es pecado”-
Ahora las 40 primaveras yacen en una caja de madera.
Los copos se disuelven en la fronda ingrávida de
Las cotorras rezan y murmuran. No hay lágrimas, ni congojas, ni un te extraño. Claro, a
TODAS LAS FALTAS EN UN TITULO Y TODA LA TRAGEDIA DE LA VIDA EN AQUELLOS QUE LLEGAN AL MUNDO CON LA CARTA MÁS BAJA.
ResponderEliminarCELMIRO
más allá de lo poético, muy bien logrado, el fondo social que se encuentra en la realidad, golpea con casos parecidos. tus textos, amelia, siempre abren con su profundidad, puertas que a menudo están cerradas. abracito. otro. susana zazzetti.
ResponderEliminarEn la magia de la brevedad de esta poeta : toda una historia de vida con su tristeza. Gladys
ResponderEliminarFuerte, como la vida misma,desde Evita a la Eulalia.
ResponderEliminarAmelia Arllano, sin alharacas, tiene capacidad natural para escribir historias que tienen el don de afligir al lector. Una prosa poética breve y que sacude la indiferencia.
ResponderEliminarel editor