César Cantoni - poemas de Diario de paso (2008)
"Escrito con la contundencia de lo epigramático y el pulso urgente del testimonio, este “Diario de paso” es, antes que crónica de los días, la mirada de un hombre puesto a exponer el hecho de vivir en una época que dejó de lado la ilusión metafísica y todavía no ha encontrado la morada que la reemplace. Por sus poemas desfilan instantes, lecturas, mañanas y noches sucedidos entre dos fechas: el 27.4.05 y el 3.5.06. Lapso elegido no para dar un marco cronológico a la experiencia, sino para recalcar, con cifras mudas, su naturaleza de rito anónimo, de tiempo sin fondo. Así, desde el territorio escarpado de la vida vivida y de la vida presentida, Cantoni acumula pruebas con el propósito de desbaratar, a través del lenguaje, la negra promesa de la nada. Y el resultado, para un escéptico, es suficiente: la vieja campana de bronce vuelve a sonar en la memoria, la madre -ya muerta- sale a la calle con su escolta de ángeles indulgentes, los amantes se poseen simplemente como quienes se aman. La negación, de tal modo, suelta su presa, y algunos breves destellos señalan la existencia de un rumbo. Gracias a esta fuerza expresiva, afirmada por oportunas ironías, su poesía tensa la cuerda que va del yo a lo otro, que es el camino del yo a los otros, elevando la escritura a la dimensión de diálogo. Diálogo con el silencio y el vacío. Tal el verdadero diálogo que la poesía permite establecer, cuando se ha descubierto la dimensión del dístico que dice: “hay otros mundos, pero están en éste”.
[Rafael Felipe Oteriño, Contratapa del libro Diario de paso, 2008]
Poemas de: DIARIO DE PASO
DECÍA MI ABUELA ESPAÑOLA
“Dichosos los no nacidos”,
decía mi abuela española,
que no había leído a Sófocles
-que dijo más o menos lo mismo
de un modo perdurable-
y que una vez abandonó su patria,
envuelta en el humo de los bombardeos,
para morir republicanamente en ésta,
triste y cansada de la vida,
con la fe intacta en la nada.
MIENTRAS CRUZO LOS RIELES
Pienso en ese tren de vapor
que ya no pasa, ese tren esforzado
que venía de lejos, piafando
y pitando entre señales de humo,
como un animal vivo del campo,
en alegre, furiosa carrera contra el viento,
y que a mí me gustaba mirar cuando era chico,
mientras cruzo los rieles con óxido
de la estación abandonada
y la vieja campana de bronce
vuelve a sonar, de pronto, en mi memoria.
AYER VINO MI MADRE
Ayer vino mi madre muerta a visitarme.
Vino vestida de entrecasa, con su gastado delantal a cuadros,
que colgaba de un gancho en la cocina.
No preguntó por nada ni por nadie. Simplemente,
quería saber si todo se encontraba en orden:
las camas tendidas, los cuartos ventilados,
las plantas podadas y con agua...
De paso, me recordó que la felicidad no dura,
que el amor es triste y duele demasiado
y que, al final, sólo queda arreglárselas como se puede.
También me dijo que no comiera dulces
y, sobre todo, que me cuidara del invierno,
que, en invierno, el viento suele ser traicionero en las esquinas.
Después, cuando la tarde agonizaba,
salió a la calle, saludó a los vecinos como de costumbre
y se fue con su escolta de ángeles indulgentes.
Sí, ayer vino mi madre muerta a visitarme.
Es cierto, Cioran acorraló al demiurgo
hasta dejarlo sin respuestas,
pero su pensamiento fue tan devastador
que la gente prefirió, en general,
otras verdades a su verdad amarga,
una visión más amable e ilusoria de lo creado,
más complaciente con sus expectativas,
como quien se contempla de paso en un escaparate
y cree ver en el perfil grotesco
la belleza que no tiene.
EL PERRO LLEGÓ OLFATEANDO
El perro llegó olfateando,
reconoció la estatua
del prócer de la plaza
y orinó contra el pedestal.
Después se alejó con otros perros,
indiferente al juicio de la historia.
[César Cantoni, de Diario de paso]
la poesía de Cantoni es una llanura cubierta de imágenes fuertes pero delicadas, atrayentes, con su hondura de memoria y tiempo, con su irrenunciable melancolía en el estilo. Muy agradable releerlo siempre. susana zazzetti
ResponderEliminarPoemas que hablan de creer sin fe , de presencias, de libertad, de nostalgia, del dolor de vivir, pero sin grito ni protesta, sin con la suavidad de la brisa poética.
ResponderEliminarUn hermoso deafío es leer a este poeta.
MARITA RAGOZZA
Algunos de estos poemas son muy conocidos y a mi gusto, brillantes...y hay otro lujo, la palabra de Rafael Oteriño en la contratapa. Qué placer inmenso!! Y de golpe me gustó pensar también en la excelente poesía de Rafael "Ese que rie en medio de la noche y bebe a sorbos la leche helada del amanecer", deme el gusto Aldao, ponga algo de él también.
ResponderEliminarLily Chavez
Pondré, Chavez, pondré a la brevedad.
ResponderEliminarCantoni es un poeta talentoso, fue publicado en Artesanías y seguirá publicándose en esta revista, que tiene la enigmática cualidad de editar a poetas artesanos de la pluma, los más capaces, los que lucen sin quererlo...y tal vez por ello relucen mucho más. AYER VINO MI MADRE es una elegía, estupendo poema intimista...
el editor
Bellísimso poemas, el de la abuela y la madre, increíbles... Felicitaciones por incluirlo. Fabiana León
ResponderEliminarAyer vino mi madre.
ResponderEliminarHermoso, etupendo poema, aun despues de muerta nuestra madre sigue preocupandose por nosotros
Como no amarlas ?