PERÚ en la palabra
JOSE WATANABE.
" Album de familia" "Cosas del cuerpo" "Habitó entre nosotros" y otros.
El guardián del hielo
Y coincidimos en el terral
el heladero con su carretilla averiada
y yo
que corría tras los pájaros huídos del fuego
de la zafra.
También coincidió el sol.
En esa situación cómo negarse a un favor llano:
el heladero me pidió cuidar su efímero hielo.
Oh cuidar lo fugaz bajo el sol...
El hielo empezó a derretirse
bajo mi sombra, tan desesperada
como inútil.
Diluyéndose
dibujaba seres esbeltos y primordiales
que sólo un instante tenían firmeza
de cristal de cuarzo
y enseguida eran formas puras
como de montaña o planeta
que se devasta.
No se puede amar lo que tan rápido fuga.
Ama rápido, me dijo el sol.
Y así aprendí, en su ardiente y perverso reino,
a cumplir con la vida:
yo soy el guardián del hielo.
ARMANDO ARTEAGA.
El guardián del hielo
Y coincidimos en el terral
el heladero con su carretilla averiada
y yo
que corría tras los pájaros huídos del fuego
de la zafra.
También coincidió el sol.
En esa situación cómo negarse a un favor llano:
el heladero me pidió cuidar su efímero hielo.
Oh cuidar lo fugaz bajo el sol...
El hielo empezó a derretirse
bajo mi sombra, tan desesperada
como inútil.
Diluyéndose
dibujaba seres esbeltos y primordiales
que sólo un instante tenían firmeza
de cristal de cuarzo
y enseguida eran formas puras
como de montaña o planeta
que se devasta.
No se puede amar lo que tan rápido fuga.
Ama rápido, me dijo el sol.
Y así aprendí, en su ardiente y perverso reino,
a cumplir con la vida:
yo soy el guardián del hielo.
ARMANDO ARTEAGA.
( 1952) "Callejón sin salida" "Tierra ígnea" y otros.
Sobre el tiempo
en esta selva
no eres el otorongo
tienes que vivir:
eres
sólo
el poeta,
no tienes nombre ni exilio.
te toca describir
lo duro que es vivir
todo se hace añicos
menos el poema.
Sobre el muelle
Porque a veces
uno se siente triste
y muere todo lo extraño
que amamos
y no sabemos por qué
no muere
todo aquello
que nos hace morir
que nos hace vivir amando extrañamente
contemplando el mar:
signo de la muerte,
signo de un pez en un acuario
y después nada. Nada.
de "Poesia peruana"
corresponsal Susana Zazzetti
Sobre el tiempo
en esta selva
no eres el otorongo
tienes que vivir:
eres
sólo
el poeta,
no tienes nombre ni exilio.
te toca describir
lo duro que es vivir
todo se hace añicos
menos el poema.
Sobre el muelle
Porque a veces
uno se siente triste
y muere todo lo extraño
que amamos
y no sabemos por qué
no muere
todo aquello
que nos hace morir
que nos hace vivir amando extrañamente
contemplando el mar:
signo de la muerte,
signo de un pez en un acuario
y después nada. Nada.
de "Poesia peruana"
corresponsal Susana Zazzetti
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