lunes, 16 de agosto de 2010

PRIMERO ESTÁ EL ÉXITO, SEÑORES

Por Cristina Pailos

Al ver pasar a una actriz, el señor K. comentó:
-Es hermosa
Su acompañante dijo:
-Ha tenido éxito últimamente gracias a su belleza.
-Es hermosa gracias a que ha tenido éxito –replicó, irritado, el señor K.
 Fragmento de Historias del señor Keuner. de Bertold Brecht


 Al leer el fragmento me acordé de la señora R. cuyos libros se vendían en la Feria del Libro como si fueran comestibles en tiempos de escasez o de inflaciones galopantes. Yo también compré uno. Y es que a veces da una especie de culpa estar fuera del rebaño y también miedo de parecerse a algunos elitistas que huyen despavoridos ante todo lo que huele a popular y hasta rechazaron por un tiempo a Wimpi, Eduardo Soriano o a Fontanarrosa.
Después se congregaron en homenajes tardíos o aún peor: en escatológicas escenografías póstumas.
La señora R. fue en su momento una escritora original tanto en su temática como en recursos. Su estilo era inconfundible. Algunos de sus cuentos breves, u observaciones de viajera que volcaba en notas periodísticas semanales podrían figurar como excelentes ejemplos en algún libro sobre el arte del buen decir. Trabajaba bastante bien los conflictos individuales pero los temas sociales los tocaba apenas, y sólo cuando eran ineludibles para crear una atmósfera, pero que se encargaba de realzar con alguna frase altisonante para no quedar demasiado a contra mano de las demandas sociales en alza. (Después de todo, hasta el Presidente de la Sociedad Rural expresa su sentida preocupación por los pobres).
Los premios y distinciones que obtuvo, estuvieron bien ganados en su momento. Después de su novela premiada y que la lanzó con fuerza  al canon literario, al menos, local, escribió dos novelas más. Mucho no puedo contar porque la primera la leí toda, la segunda no llegué a la mitad y la tercera me la regalaron y todavía no la abrí.
Esta tercera novela fue llevada al cine .A partir de ahí, y con la critica cada vez más enfervorizada de su parte, escribió tanto cuentos, tantas autobiografías ficcionalizadas y novelas que cualquier fábrica de productos en serie la hubiera envidiado.
Su figura también se volvió familiar en los medios: presentaciones muy perfomáticas de sus libros en librerías de moda, entrevistas televisivas que la mostraban muy “producida” en un mullido sillón con una biblioteca de fondo y aire de niña mimada y caprichosa  o bien en el estudio disfrazado de  living-room  compartiendo el mismo entrevistador  con alguna  nueva estrellita del espectáculo que dejó la escuela primaria para sumergirse día y noche en el gimnasio, algún diseñador de ropa que trata de convencer que mientras más cara es la ropa, mejor, y que fuera de él, todos sus colegas estropean la verdadera elegancia femenina, y alguna actriz en decadencia que presenta al público su nueva cirugía plástica y que también repite una vez más su larguísima trayectoria .
          La señora R. hace mucho tiempo que se agotó. Me parece muy humano, pero las editoriales y los medios hacen proezas  para atraer la atención de nuevos lectores incautos y algunos viejos cuya artritis les impide bajarla del pedestal.
          Por un tiempo todavía, cualquier estupidez que diga será festejada con exclamaciones - ¡Que bueno! ¡Que grande es siempre Doña R.! ¡Que idea original!
En similares circunstancias, siempre pienso lo mismo: si yo dijera tal cosa, dirían, que estúpida, que antigua, que ridícula.
Cuando las editoriales y los medios se percaten de que ya no la pueden resucitar y sus libros quedan en los estantes, la dejarán enterrada viva.
Y sí, la señora R es hasta ahora grande porque tuvo éxito.

º º º º º

5 comentarios:

  1. Crítica a un marketing creador de exitos. Ironía. Muy buena descripción de la Sra. R, por la que cuando uno empieza a interesarse, cae el certero remate "cuando las editoriales y los medios...la dejarán enterrada viva". Interesante puesta en relato de una reflexión personal. ElsaJaná.

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  2. ESTO ES TAN ASÍ, COMO EL ACERTADO COMENTARIO DEL SEÑOR ALDAO EN OROZCO-PIZARNIK, RESULTA QUE EN ESA CAEMOS, NOS COMPRAMOS TODOS LO QUE NOS VENDEN (ALGUNOS) Y VIENE MUY BIEN ESTA REFLEXION.EXCELENTE!!

    EDGAR BUSTOS

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  3. Ohhhh, esto me parece cotidiano , muchas señoras R, mucha realidad, me encantó leerte.
    Un abrazo.

    Lily Chavez

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  4. Muy bueno. Especialmente para que los lean los ego-ego
    Cordialmente
    María

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  5. MUY BUENO ESE HUMOR

    CRISTINA

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