sábado, 21 de agosto de 2010

SILVIA GUERRA
 
      


ATROPO
 
Ni mía.
Ni de nadie. Nada.
Yescas, hojillas. Viento de hoja seca.
En la mañana azul, la blanca brisa y el perverso anhelo.
El ir queriendo, la cabeza la cara con  eczemas al viento.
Baja por esa soleada correntada nítida y precisa
en el perfil, en el medio atroz de la figura.
El agua en la mirada que se enfrenta y es un rostro sin
alma
que se escapa para llenar ese otro rostro de silencio
para llenarlo con el hilo libado de los sueños, en la
niebla.
La sombra sin atrás, sin cuerpo que refleje, la pura
sombra.
La sombra pura que maltrecha de sí logra extenderse, asirse
sobre un suelo, cubrir la heroica superficie agreste.
Beber hacia el desierto como un canto como un sonido
largo
una oquedad nimbándose desde el cobre central,
dulcísimo
metal, que envuelva.
Y afuera entre las casas, dispersamente lejos
conjunto de hábitos, manteles, pequeños telares
enardecidos
de gardenias. Y afuera lejos, la tarde que se curva
las primeras estrellas. ¿Para siempre?
 
       de "Poemas"
 
    corresponsal Susana Zazzetti.
 

1 comentario:

  1. Me encantó !! Gracias Su, por difundirlo y a la revista, por tanto esfuerzo. Fabiana León

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