ANTONIO TELLO
Intuición I
La luz prevalece sobre la nada.
Millones de partículas
vulneran el orden de la noche y
con un caer de sombras,
estallan las formas de la impunidad.
Relámpagos de dolor hieren el vacío.
El verbo atruena el espacio,
donde la lluvia conoce las voces y,
sobre la angustia del caos
la simiente conjuga el tiempo futuro.
de “Sílabas de arena "
Recurrencia
El hombre que acaricia la hiedra y el liquen
reconoce los siglos petrificados en el muro y,
en la líquida sepultura,
los sutiles temblores de la eternidad,
en cuyo perfecto silencio yacen
las armadas invencibles,
los sueños y los dioses perecederos.
Se me ocurre entonces que
soy el roce sintiendo el frío de la piedra,
acaso el último aliento de Callfucurá
sobre los campos de San Carlos,
tal vez el asombro de Juan Muzolón
enterrando sus libros en latas de galletas,
o quizás la sombra del hombre que se sueña
acariciando los muros de Santa María del Mar.
de "Conjeturas acerca del tiempo, el amor y otras apariencias"
corresponsal Susana Zazzetti.
La luz prevalece sobre la nada.
Millones de partículas
vulneran el orden de la noche y
con un caer de sombras,
estallan las formas de la impunidad.
Relámpagos de dolor hieren el vacío.
El verbo atruena el espacio,
donde la lluvia conoce las voces y,
sobre la angustia del caos
la simiente conjuga el tiempo futuro.
de “Sílabas de arena "
Recurrencia
El hombre que acaricia la hiedra y el liquen
reconoce los siglos petrificados en el muro y,
en la líquida sepultura,
los sutiles temblores de la eternidad,
en cuyo perfecto silencio yacen
las armadas invencibles,
los sueños y los dioses perecederos.
Se me ocurre entonces que
soy el roce sintiendo el frío de la piedra,
acaso el último aliento de Callfucurá
sobre los campos de San Carlos,
tal vez el asombro de Juan Muzolón
enterrando sus libros en latas de galletas,
o quizás la sombra del hombre que se sueña
acariciando los muros de Santa María del Mar.
de "Conjeturas acerca del tiempo, el amor y otras apariencias"
corresponsal Susana Zazzetti.
Admiro su poesía, llega profundo. Gladys
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