LUIS PASTORI -
Calle Sola
Tu calle ya no es tu calle.
Que es una calle cualquiera,
camino de cualquier parte.
Que es una calle cualquiera,
camino de cualquier parte.
Manuel Machado
La estrella se mudó de tu ventana.
Por ello, en soledad, entre otras cosas,
el jardín y sus fuentes memoriosas
se asordan bajo un doble de campana.
Junto al vagar de occiduas mariposas
entre la hiedra, el colibrí se afana
por ser el ruiseñor que en la mañana
canta fugaz a las fugaces rosas.
En la imagen, vestigio del olvido,
el aire tiene un aire envejecido,
de tanta lasitud y tanta calma.
Da pena terminar el recorrido,
pues allá, hacia el final descolorido,
la calle está más sola que tu alma.
Por ello, en soledad, entre otras cosas,
el jardín y sus fuentes memoriosas
se asordan bajo un doble de campana.
Junto al vagar de occiduas mariposas
entre la hiedra, el colibrí se afana
por ser el ruiseñor que en la mañana
canta fugaz a las fugaces rosas.
En la imagen, vestigio del olvido,
el aire tiene un aire envejecido,
de tanta lasitud y tanta calma.
Da pena terminar el recorrido,
pues allá, hacia el final descolorido,
la calle está más sola que tu alma.
MIGUEL OTERO SILVA
Cuando de mí no quede sino un árbol,
cuando mis huesos se hayan esparcido
bajo la tierra madre;
cuando de tí no quede sino una rosa blanca
que se nutrió de aquello que tú fuiste
y haya zarpado ya con mil brisas distintas
el silencio del beso que hoy bebemos;
cuando ya nuestros nombres
sean sonidos sin eco
dormidos en la sombra de un olvido insondable;
tú seguirás viviendo en la belleza de la rosa,
como yo en el follaje del árbol
y nuestro amor en el murmullo de la brisa.
¡Escúchame!
Yo aspiro a que vivamos
en las vibrantes voces de la mañana.
Yo quiero perdurar junto contigo
en la savia profunda de la humanidad;
en la risa del niño,
en la paz de los hombres,
en el amor sin lágrimas.
Por eso,
como habremos de darnos a la rosa y al árbol,
a la tierra y al viento,
te pido que nos demos al futuro del mundo...
cuando mis huesos se hayan esparcido
bajo la tierra madre;
cuando de tí no quede sino una rosa blanca
que se nutrió de aquello que tú fuiste
y haya zarpado ya con mil brisas distintas
el silencio del beso que hoy bebemos;
cuando ya nuestros nombres
sean sonidos sin eco
dormidos en la sombra de un olvido insondable;
tú seguirás viviendo en la belleza de la rosa,
como yo en el follaje del árbol
y nuestro amor en el murmullo de la brisa.
¡Escúchame!
Yo aspiro a que vivamos
en las vibrantes voces de la mañana.
Yo quiero perdurar junto contigo
en la savia profunda de la humanidad;
en la risa del niño,
en la paz de los hombres,
en el amor sin lágrimas.
Por eso,
como habremos de darnos a la rosa y al árbol,
a la tierra y al viento,
te pido que nos demos al futuro del mundo...
VICENTE GERBASI
En El Fondo Forestal Del Dia
El acto simple de la araña que teje una estrella
en la penumbra,
el paso elástico del gato hacia la mariposa,
la mano que resbala por la espalda tibia del caballo,
el olor sideral de la flor del café,
el sabor azul de la vainilla,
me detienen en el fondo del día.
Hay un resplandor cóncavo de helechos,
una resonancia de insectos,
una presencia cambiante del agua en los rincones pétreos.
Reconozco aquí mi edad hecha de sonidos silvestres,
de lumbre de orquídea,
de cálido espacio forestal,
donde el pájaro carpintero hace sonar el tiempo.
Aquí el atardecer inventa una roja pedrería,
una constelación de luciérnagas,
una caída de hojas lúcidas hacia los sentidos,
hacia el fondo del día,
donde se encantan mis huesos agrestes
La presencia imponente de la naturaleza con mil verdes y colores llevó la mano de estos poetas para plasmar alegrías y tristezas
ResponderEliminarCristina
Hay en los tres autores una línea temática sobre la soledad.El único que conozco es Vicente Gerbasi con su monumental poema de la noche. Muchos venezolanos han querido postularlo para el Premio Nobel.
ResponderEliminarAdmiro mucho la poesía de Venezuela.
He tenido con esta publicación un hermoso encuentro.
MARITA RAGOZZA
Estas entregas de tres autores son muy buenas, como la anterior de los poetas chilenos. Gerbasi es de los tres el más conocido para mí, pero mi admiración hoy pasó por Miguel Otero Silva.
ResponderEliminarFelicitaciones a la revista
Pedro Altamirano
El aire tiene un aire envejecido, qué lindo me resultó ese verso. Los tres excelentísimos poetas, que la palabra llegue , pegue o acaricia, significa que pudieron transmitir. Felicitaciones a la revista por esta publicación de a tres.
ResponderEliminarLily Chavez
Magistral idea la suya Maestro Aldao. También lo felicito por estos poetas de un mismo país.Los tres impecables.
ResponderEliminarMariano Lazarte
Arriba Junín
No tenía el gusto de conocer a ninguno de estos poetas. Los tres me parecen excelentes, sin embargo Gerbasi me atrapó con su exuberancia de sonidos, colores, aromas. Pura y sutil sensorialidad de lo cotidiano.
ResponderEliminarMuchas gracias a la revista.
Un abrazo,
Juany Rojas
AY Marita , lamentablemente debo copiarte, no es la primerea vez que me pasa.
ResponderEliminarIdem a Marita , entonces.
Un abrazo.
amelia
Agradezco los comentarios a estos poetas venezolanos, que prestigian a la poesía de América Latina y a la revista.
ResponderEliminarandrés