AMELIA ARELLANO
Venía con diez jazmines en la mano.
¿Adónde vas?
-Toda la sequía del mundo en mi mirada-
Al mar. Me espera el mar. El mar irremediable.
¿Cómo lo sabes?
-Páramo salobre en mis entrañas-
Una sombra ha cruzado los cardales.
Me espera una geometría de cosas y de nombres.
Vuelve en marejadas.
Patria misteriosa de los hondos secretos.
Una hembra latiendo en maduro fruto.
Un macho con corceles negros en los ojos.
Una alondra y un toro.
Gritos de cobre. De violeta. De clavel ausente.
Una pradera quieta y un halcón.
El niño duerme, envuelto en pañales de viento.
Laberintos. Estrellas. Delfines. Arrecifes.
Huésped de un arcano laberinto de agua.
Arribo.
Puerto de mar o páramo.
Puerto que florece en algas y cardales.
Puerto de un enero de amor.
Un hombre con los brazos extendidos.
Una mujer con diez jazmines en la mano.
Ese final me encantó, el cierre perfecto del círculo. Un abrazo Amelia
ResponderEliminarLily Chavez
Muy bello, Amelia. Gracias por las imágenes y sensaciones.
ResponderEliminarCristina
Parece que mi mensaje no salió. No sé que hice, pero lo repito de memoria:
ResponderEliminarGracias Amelia por tus imágenes y sensaciones
Cristina
Es introducirse en un mundo abierto y perfumado, donde las palabras llevan una connotación dinámica de lo bello en originales imágenes.
ResponderEliminarTRasnporta el poema a un jardín interior. Felicitaciones , Amelia.
MARITA RAGOZZA
Arribo... arribo a la siempre ponderada poesía de Amelia Arellano en la que se despiertan sensaciones de emotividad y pinturas muy bellas
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