LEÓNIDA LAMBORGHINI
Quevedo frente al espejo
–Mírate de boludo
en el espejo; bolas tristes, bolas,
del que no pudo o pudo
pero no quiso; a solas,
míratelas son, sí, tus tristes bolas.
Te pesa, son pesadas,
con un pensamiento que da muerte
y no vida; allí, colgadas,
como tu mala suerte
que abominas, como abominas verte.
No escupas al espejo
sin embargo; y síguete mirando
en tus bolas, añejo:
ya no recuerdas cuando
un día fueron felices, desovando.
Míralas sin gemidos,
sin pena, sin dolor, con una risa:
si tan plenas han sido
alguna vez, desliza
al menos una mueca si agonizan.
Flácidas, agrietadas,
un bulto innecesario que te inclina
a huir hacia la Nada ,
esperma que declina
como, sin pausa, tu país en ruinas.
* Poema de Encontrados en la basura, Paradiso.
Hola lamento decir que este poema de Lamborghini no me gusto, probablemente no lo haya comprendido...Creo que la poesía debe provocar al oído un son, una música feliz. Alegrar el corazón. No me pasó. De cualquier manera es interesante leer otro tipo de poesía, de temática.
ResponderEliminarMarta Comelli
Lamborghini es así en la mayoría de lo que he leído. Estuve antes y no dejé comentario porque no me atreví a decir que no me gustaba para no molestar a quienes lo tienen en muy buen concepto. Algunas palabras puedo admitirlas en narrativa pero para mí, la poesía es mucho más suave, sutil. Es lo que pienso, pido disculpas si molesta el comentario
ResponderEliminarIrene
EScritor que ante el dolor de su patria, lo sublima a través de sus letras en forma de parodia. Es un escritor testimonial, el de " las patas en la fuente", pero también el que ponderó Leopoldo Marechal y Oliverio Girondo.
ResponderEliminarFue quien dijo que el poeta es un solicitante descolocado. Y también, que es una especie de Prometeo que le roba la palabra al silencio.
MARITA RAGOZZA