EL ÁRBOL DE BOUKMAN
proclamamos la unidad del sufrimiento
y de la rebelión…
Jacques Roumain*
A estos niños y niñas de Toussaint
que el mundo los desprecia
por sus color de piel
y por sus rostros gruesos.
...el espíritu de Boukman
debe mostrarle
el sendero de vuelta al viejo árbol
protector de los secretos
a sacrificar en su tronco
una paloma blanca
y un borrego negro
para que la raíz mayor:
madre del profeta
despierte la doblegada ira
del mar, el agua y el viento.
para levantar la vieja dignidad
que el sol sea testigo
como en los viejos tiempos
cuando las cadenas rotas
se transformaron en estrellas
guías de nuestra América.
A éstos, los herederos de Toussaint,
que el mundo los castiga
por el color de su piel
y por sus labios gruesos.
el espíritu de las ratas
Al doctor Eduardo Umaña Mendoza
al barrio
que está al otro lado del puente
llegaron ellas
sigilosas
en pleno apogeo
de los 90.
no esperaron
que las invitaran
a quedarse
para montar
sus madrigueras
en los recodos
oscuros.
poco a poco
fueron
dejando huellas
visibles
de frescos orines
en los muros
de las escuelas;
en lo peculiar
de su lenguaje
fijaron horario
para salir, entrar,
desayuno,
almuerzo
y cena.
nadie cuestiona
las reglas
del macabro
arreglo.
desde entonces
pasan cosas
inauditas
pero sin
altercados,
sin pintadas
de protesta
contra la ley marcial
de su "gobierno"
impuesto
a sangre y pólvora.
ahora los basureros
son morgues
anónimas,
los parques
lugares
a los que todos
temen. y todo sigue en
"Paz", en "Orden "
como en los cementerios.
Daniel J. Montoly
'''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''''
* Corre el año 1791 en Haití. La colonia francesa está agitada por los disturbios internos entre los grandes y pequeños blancos, los mulatos y negros libres. Las ansias separatistas despertadas por la independencia de las trece colonias se han visto avivadas porla Revolución francesa, cada grito de «liberté, igualité, fraternité», dado en la metrópoli, han repercutido en Saint Domingue provocando disturbios, incoherencia, anarquía. Los grandes blancos han comenzado a formar organizaciones que, aunque reprimidas, amenazan con romper el dominio colonial sobre la parte francesa de la isla.
proclamamos la unidad del sufrimiento
y de la rebelión…
Jacques Roumain*
A estos niños y niñas de Toussaint
que el mundo los desprecia
por sus color de piel
y por sus rostros gruesos.
...el espíritu de Boukman
debe mostrarle
el sendero de vuelta al viejo árbol
protector de los secretos
a sacrificar en su tronco
una paloma blanca
y un borrego negro
para que la raíz mayor:
madre del profeta
despierte la doblegada ira
del mar, el agua y el viento.
para levantar la vieja dignidad
que el sol sea testigo
como en los viejos tiempos
cuando las cadenas rotas
se transformaron en estrellas
guías de nuestra América.
A éstos, los herederos de Toussaint,
que el mundo los castiga
por el color de su piel
y por sus labios gruesos.
el espíritu de las ratas
Al doctor Eduardo Umaña Mendoza
al barrio
que está al otro lado del puente
llegaron ellas
sigilosas
en pleno apogeo
de los 90.
no esperaron
que las invitaran
a quedarse
para montar
sus madrigueras
en los recodos
oscuros.
poco a poco
fueron
dejando huellas
visibles
de frescos orines
en los muros
de las escuelas;
en lo peculiar
de su lenguaje
fijaron horario
para salir, entrar,
desayuno,
almuerzo
y cena.
nadie cuestiona
las reglas
del macabro
arreglo.
desde entonces
pasan cosas
inauditas
pero sin
altercados,
sin pintadas
de protesta
contra la ley marcial
de su "gobierno"
impuesto
a sangre y pólvora.
ahora los basureros
son morgues
anónimas,
los parques
lugares
a los que todos
temen. y todo sigue en
"Paz", en "Orden "
como en los cementerios.
Daniel J. Montoly
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* Corre el año 1791 en Haití. La colonia francesa está agitada por los disturbios internos entre los grandes y pequeños blancos, los mulatos y negros libres. Las ansias separatistas despertadas por la independencia de las trece colonias se han visto avivadas por
Comentando estos temas en la finca de Breda, un miembro del partido realista le sugiere al dueño delante de su cochero, Toussaint Louverture, un plan para sublevar a las plantaciones a favor de su causa. El astuto cochero comprendió el partido que podían sacar los esclavos de esta sublevación y tuvo la habilidad de aprobar el plan y sugerir que bastaría la promesa de tres días de descanso a la semana y la abolición de la pena del látigo para obtener el resultado deseado, aún más, Toussaint agregó que sería justo otorgarles la libertad a aquellos negros que se emplearían en sublevar a los otros, es decir, se ofreció par realizar la tarea.
Louverture ganó por fin la confianza de los agitadores, cuando todo fue convenido, se puso en contacto con los esclavos Boukman, Biassou, Jeannot y Jean François. Toussaint se reservó el derecho de servir de intermediario secreto entre los conjurados y los instigadores del movimiento, los otros devinieron obreros de la conjura.
Es la noche del 14 de agosto de 1971, en un claro del bosque de Bois-Caiman se reunieron doscientos delegados de las diferentes plantaciones y talleres del Norte. En medio de una ceremonia religiosa de Vodú los reunidos prestaron solemne juramento de solidaridad y prometieron liberarse de la dominación blanca. Ante todos aparecía el esclavo Boukman como líder del complot.
Si bien la conspiración estaba convenientemente preparada, las instrucciones de Boukman fueron mal comprendidas y en la noche del 16, un mayoral de Desgrieux intentó incendiar un almacén de bagazo. Perseguido y preso, el esclavo declaró la existencia de una conjura para matar a todos los blancos e incendiar sus propiedades, y denunció a los principales jefes del complot. Aún así, estos lograron escapar y en cuatro días la revuelta alcanzó proporciones formidables, pues no solo estaban en ella los negros esclavos, sino que muchos negros y mulatos libres que habían sido condenados a causa de una revuelta anterior dirigida por Vicent Ogé, se unieron también a los insurgentes.
En noviembre de ese mismo año Boukman murió en una acción de combate. A finales de ese mes se sumó Louverture al movimiento y poco a poco pasó a ocupar el primer lugar en la organización y dirección de la revolución, quien había sido su inspirador desde la sombra.
Muy bueno la obraa de este autor. Lo he leído detenidamente.
ResponderEliminarIrene
La lucha desde la palabra es siempre valedera, conozco la obra de Daniel Montoly , es un placer encontrarlo en la revista y leerlo.
ResponderEliminarLily Chavez
El gran poeta que encarna con su palabra el sufrimiento humano de los de su tierra. Sus descripciones son muy vívidas, y son flechas encendidas para abrir conciencias, y sacarnos de la comodidad de nuestra parcela de vida.
ResponderEliminarMARITA RAGOZZA
Me arremango en la misma lucha,has tocado mis fibras más sensibles Daniel, te felicito
ResponderEliminarHugo Jeremías Nieto
Panamá
Querídisimo Daniel, tu sabes, soy una admiradora confesa de tu persona y de tu obra.
ResponderEliminarComo siempre tu poesía ha conmovido hasta mis entrañas. Ese color de piel, esa oscura boca de la noche, se me hace que si no existiera la noche no existiría la luna , ni las estrellas.
Que bueno encontrate aquí.
Un abrazo extendido , querido amigo.
amelia
Amigos y amigas, poetas y blogueros:
ResponderEliminarcomo dije en otro comentario anterior, debo de expresar mi agradecimiento al maestro Aldao, por darle un espacio a mis poemas en esta excelente publicación, también a cada uno de ustedes por dedicar parte de su precioso tiempo a compartir sus palabras conmigo.
Andrés, Irene. Lily, Marita, Hugo Jeremía, y por último, a la poeta que ha sembrado la semilla de la amistad en mis surcos, Amelia Arellano, hermana del corazón, gracias por ser tan bondadosos y bondadosas con lo que escribo.
Abrazos.
Daniel