AMELIA ARELLANO
Exodo I
En mi casa pueblo han
hecho nido los adioses,
aleteos de pájaros sombríos
desdibujan al sol en una aureola gris.
Se han marchado todos. Los hombres, los pájaros, el río.
Los árboles en desdichada sed, con su alma de niño,
sin preguntas, los siguen.
En mi casa pueblo anidan en escombros
herencias del ayer.
Algunas flores quedan sobre las tumbas quietas
Abonadas por el polvo de los que no se van
porque se fueron.
En mi casa pueblo ya no queda nadie.
Solo las calles, largas avenidas de lamentos.
Allá, a lo lejos, donde acaban los sueños,
El viento, piadoso, desliza sobre el pueblo
la señal de la cruz.
Guarda esa congoja, amor. La rosa está de luto.
Ellos se han ido.
Quedan sus nombres y un territorio ausente.
No hay nada.
Ni siquiera el miedo en la pupila muerta de la tarde
No hay ancestros ni dioses,
solo adioses.
Está el sol, siempre el mismo, pero otro sol.
Es tibia caricia que desgrana el alba
pero también castigo que deshace la luna y la memoria.
Está el viento, otro viento, el mismo viento
Pero la brújula del tiempo ha enloquecido
y rota, gira, en un círculo sin edad,
y sopla el viento, piadosamente sopla.
Es en vano.
Para que las sendas caminen deben saber al menos
adonde van los pies.
Guarda esa congoja amor. Ellos ya no están.
Tampoco yo.
giro importante en tema y forma: una leve tristeza acompasa cada palabra profundamente sensitiva. Una belleza. susana zazzetti.
ResponderEliminargiro importante en tema y forma. una tristeza velada acompasa cada palabra poblada de honda sensibilidad. una belleza expresiva. susana zazzetti.
ResponderEliminarA pesar de su increíble estilo que leo siempre hoy me duelen estos poemas. Gladys
ResponderEliminarAcompaño cada palabra de tus poemas que sensibilizan con su dolor. Fernando de Zárate
ResponderEliminarQue la palabra sea alegría después de la tristeza de estos poemas muy buenos. Rebeca Sbezzi- Córdoba.
ResponderEliminarEstimada Amelia Arellano, no admira que en tu casa pueblo hagan nido los adioses, ni que aleteos de pájaros desdibujen al sol, ni que los árboles se marchen cuando los hombres, ni que la rosa esté de luto, ni que la brújula del tiempo haya enloquecido. Son cosas que solamente los poetas veen y logran entender y traducir en versos. Y tú lo dices como nadie. Es más: no dices, cantas.
ResponderEliminarCon una reverencia ante tu don de pluma y un abrazo afectuoso.
Tania Alegria
Las ausencias en tu poetica BELLOS Mi cariño
ResponderEliminarAmelia, mirá que casualidad, como no tengo máquina y aprovecho desde el cyber para los comentarios voy salteando para poder dejar algunos mjes. y vine desde el Tanía Alegría que también tiene , curiosamente, la temática y esta ausencia que al paso de los años nos envuelve en nostalgia a todos. Te mando un abrazo.
ResponderEliminarLily Chavez
Qué tristeza, qué congoja luego de leer estos bellísimos poemas, Amelia! Un abrazo. Fabiana León
ResponderEliminarEl éxodo, lo que fue, la nostalgia que imprime su sello en el presente y tu palabra, Amelia, que arropa emociones. Hermosos poemas.Un abrazo
ResponderEliminarBetty