HORACIO FERRER
Balada Para mi Muerte
guardaré mansamente las cosas de vivir,
mi pequeña poesía de adioses y de balas,
mi tabaco, mi tango, mi puñado de esplín.
Me pondré por los hombros, de abrigo, toda el alba,
mi penúltimo whisky quedará sin beber,
llegará, tangamente, mi muerte enamorada,
yo estaré muerto, en punto, cuando sean las seis.
Hoy que Dios me deja de soñar,
a mi olvido iré por Santa Fe,
sé que en nuestra esquina vos ya estás
toda de tristeza, hasta los pies.
Abrazame fuerte que por dentro
me oigo muertes, viejas muertes,
agrediendo lo que amé.
Alma mía, vamos yendo,
llega el día, no llorés.
Moriré en Buenos Aires, será de madrugada,
que es la hora en que mueren los que saben morir.
Flotará en mi silencio la mufa perfumada
de aquel verso que nunca yo te supe decir.
Andaré tantas cuadras y allá en la plaza Francia,
como sombras fugadas de un cansado ballet,
repitiendo tu nombre por una calle blanca,
se me irán los recuerdos en puntitas de pie.
Moriré en Buenos Aires, será de madrugada,
guardaré mansamente las cosas de vivir,
mi pequeña poesía de adioses y de balas,
mi tabaco, mi tango, mi puñado de esplín.
Me pondré por los hombros, de abrigo, toda el alba,
mi penúltimo whisky quedará sin beber,
llegará, tangamente, mi muerte enamorada,
yo estaré muerto, en punto, cuando sean las seis,
cuando sean las seis, ¡cuando sean las seis!
impecable. sentido. bello. susana zazzetti.
ResponderEliminarOh, que lindo , que poemazo, que fuerza en el decir. Me encantó, si bien ya lo conocía, es como decimos siempre, cada vez una nueva lectura.
ResponderEliminarLily Chavez
Al comienzo de nuestro exilio escuchábamos Balada Para Mi Muerte en la voz de Amelita Baltar: reproducíamos al marronazo y más ancho del mundo...
ResponderEliminar"Moriré en Buenos Aires, será de madrugada,
guardaré mansamente las cosas de vivir...".
Quienes fueron arrancados de Buenos Aires, desgajados de su gente, los gomías y sus calles, extrañados de la urbe "húmeda, atroz e irrepetible" puede comprender la inexorable nostalgia, la vuelta de calesita de aquellos que fuimos empujados fuera de la bruma amada de Buenos Aires. Andrés Aldao
Sí, debe ser fuerte estar apartado de todo aquello que se siente propio. Les pasa a todos quienes están fuera del país, hay un programa que se llama argentinos en el mundo y siempre dicen eso de extrañar y qué cosas extrañan. Pero claro, están en otro lado por elección. De todos modos, lo que quiero es dejar un comentario sobre Balada para mi muerte, lo he leído diez veces por lo menos, me gustó y lo tomaré para aprenderlo. Hago taller de narrativa con alguien habitual a la revista pero por ahi quedo enganchado con la poesía también. Saludos a todos
ResponderEliminarLalo Ledesma
Tuve el privilegio de escucharlo desde el propio autor, en Las Flores hace dos años. Velada como pocas y un lujo para el alma!
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