ADRIÁN CAMPILLAY
Hay un niño muerto,
en la calle, por donde todos
vienen y van él ha partido.
¿Ha sido atropellado
por galope de tormenta?
¿atravesado por un dios? ¿ha sido
acaso
golpeado
por un piano vacío?
¿o simplemente ha muerto,
de hambre,
de frío?
Lo cierto es que por allí
no se puede pasar
¡nadie quiere hacerlo!
Ni siquiera pueden mirar
pero ellos saben
en medio de la calle
hay un niño muerto.
LAS FLORES SECRETAS
Ed. La Piedra en la Honda -San Juan, 2004-
Querido co terráneo, si bien no nos conocemos personalmente , me han hablado de vos, amigos comunes, ahora este poema , habla por vos.Y , si querido mío, no solo ante el niño muerto la gente mira hacia otro lado. Gracias por tus poemas denunciantes. Un abrazo. amelia
ResponderEliminaradmiro enormemente a este poeta cuya temática, como la de hoy, perfora hasta el alma.un saludo y mis felicitaciones, también al editor por la imagen tan acorde con el poema. susana zazzetti.
ResponderEliminarEXCELENTE POETA! EXCELENTE POESÍA!
ResponderEliminarPARA GUARDARLO, PARA RECORDAR SU NOMBRE.
EDGAR BUSTOS.
Adrián, este poema habla pr si solo, y debiera hablar por todos. Con una belleza tremenda se desgrana la cruda realidad de cada día, y seguimos mirando hacia otro lado. Conmovedor poema, felicitaciones.
ResponderEliminarAdrían, sos un poeta muy joven, entonces es buenísimo admirar al poeta, porque quiere decir que los años seguirán aportando y otorgando luz a las palabras. Te conocí leyendo La muerte de Vallejos:"la belleza ronda el ojo del muerto/más el cadáver no descansa en la sala..." Un gusto encontrarte en la revista.
ResponderEliminarLily Chavez
Apabulla, estremece, un lenguaje sencillo, sin tintines de sonajero o chafalonías sensibleras y fallutas.
ResponderEliminar"hay un chico muerto en la calle, por donde todos can y vienen...". Una de las improntas de un Poeta con mayúscula. mi admiración,
Andrés Aldao
Muchas gracias a todos por los comentarios. El niño muerto se escribió hace mucho pero mucho tiempo, cuando realmente era un "poeta joven", entre 1989 y 1991 (nací en 1969) y la verdad es que aunque yo envejecí, el siño sigue ahí.
ResponderEliminarUn abrazo desde San Juan y no dejen de visitar http://elmomo.zoomblog.com
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