IRIS DÍAZ (NEUQUÉN – PATAGONIA ARGENTINA
Que Dios me la bendiga
Quiso caer como hoja en otoño y confundirse con la tierra, el día que sintió a la niña aferrarse a su vientre. Desde entonces no sabe sonreír; desde entonces el frío duerme bajo su piel gris.
Nueve lunas de hambre y rencor.
La vida infalible creció sin piedad. Le saqueó la sangre y la sal de las lágrimas, hasta desembarcar en una orilla parda, con la niña, bracita negra, pequeña tibieza para cada amanecer.
Paso a paso le nace en los ojos el color de la esperanza.
Paso a paso lleva a su niña a la puerta de la iglesia.
Pide limosna y entrega una bendición.
- Muchas gracias, que Dios me la bendiga
º º º º º º
desgarrador .desgarrante realidad. no conocía a esta poeta que describe y narra todo un ciclo dolorosa de una vida. susana zazzetti.
ResponderEliminarPocas palabras para pintar y decir poéticamented la realidad,y el sentimiento . con la belleza del poema. Mi cariño
ResponderEliminarIris Díaz es una querida poeta y escritora de la Patagonia, muy módica en su producción a pesar de su talento y sensibilidad. Trataré de "trastornarle" la modicidad y desde ya la invito a mandarnos nuevas muestras de su capacidad.
ResponderEliminarEsta breve poesía es una muestra de su mirada social y solidaria. Muchas gracias, Irisssssss
Andrés
No dejo de soprenderme por los comentarios
ResponderEliminara veces pienso, y esto andrés lo sabés, si no sacrificamos realidades envolviendo la miseria con un halo poético.
Pero vale de todos modos si se puede expresar el sentir de una madre a la fuerza, de una pobre a la fuerza de una paria a la fuerza
abrazos para todos
y para uds. dos mis amigos en la distancia
iris