La revista que nunca duerme

FABIAN CLEMENTI

 

Nació en San Francisco en 1973 . Reside en Villa Nueva. Córdoba.). Fabián Clementi acaba de editar un nuevo libro: " El salto del dorado". Una voz personal, en durísimo y confesional monólogo habla de sus momentos vividos desde la transfiguración de hombre en pez, un dorado, que coletea entre la angustia de lo inseguro del vivir, entre plantas y oleajes. Pez que al no poder dominar el medio acuático para él desconocido, extranjero, se mantiene a la deriva, rozando el barro del fondo y las algas que lastiman sus ojos y su espalda. " cuánto me cuesta hacer pie en este lugar oscuro"   dice,  y esta expresión simbólica es suficiente para recrear en la imaginación las angustias pasadas o presentes que la vida le deparó o le depara a Fabián-pez-dorado, esta vez sin su raqueta en bandolera, no ya muchacho profesor de tenis, sino hombre ante la necesidad de decirse, de luchar en la tierra como el pez en el agua y aprender que vivir a menudo es tomar decisiones que lastiman. : " encaro los peces malos / y a los pescadores / con mi chuza de tinta". "El salto del dorado" está compuesto por 23 poemas , de estilo trabajado y pulcro, para leer bajo el agua, sobre el agua, a favor de la corriente, a contracorriente: siempre la intencionalidad personal y poética del autor nos desgarra el alma.  Obras: " Refractario" "Spectrorum". Susana Zazzetti.
 
 
      S/T
 
Nunca quise conformar el árbol
de frutos exquisitos. Sólo una rama
entre las ramas, y esperar el viento.
Es por eso que viajé
al fondo del mundo
y me transformé en el pez
que soy
agitado por esta ola.
 
 
      S/T
 
De tanto nadar se me olvidó respirar.
Ahora ya no sé cómo hacerlo
y temo ahogarme. Sin embargo,
la respiración fluye por mis pulmones
que se hinchan en este pecho
que no logro verme. Es una locura,
me digo. Ya nadie puede escucharte.
Tendrías que haber aprovechado
los momentos en que los tuviste
frente a ti. Contarles el daño
que te han hecho. Mostrarles la deformidad
que de a poco te fue creciendo
en este puto ánimo que a veces decae
como esa plomada
que alguien lanzó en mi hogar.
 
 
      Agua de chocolate
 
mi padre pescando
haciendo fuerza
la tanza tirante
la caña doblándose
zamarreado
salpicando las gotas rosadas
en el sol
luego vino el aluvión
la tormenta
un oleaje que arrasó con casi toda
mi niñez.
 
    de "El salto del dorado"