POESÍA: POETAS: DE UNA PROVINCIA A OTRA...

POETAS: DE UNA PROVINCIA A OTRA... Migrar, emigrar, inmigrar... me suenan a golondrinas estas palabras; y me digo que, como las aves, también migran, emigran, inmigran las palabras. Y qué hermoso que así sea! Palabras que van y vuelven o se quedan, pasean su estatura y se anidan. Convencen, lastiman, emocionan, recuerdan. Poetas que por diversas razones deben tomar nuevos caminos. Se aleja el cuerpo pero el alma queda. Se alejan la voz, las manos, la mirada, la manera de andar, desandar, decir, llorar, la sonrisa, la plegaria, pero la poesía se eterniza en las gotas, en los tejados, en el libro, ahí, sobre tu mesa, o tu falda y también la mía. Y todo es un único infinito horizonte que gira alrededor de tu memoria y de tu corazón: el poema. Susana Zazzetti.


LUISA PELUFFO (...) Nació en Buenos Aires, reside en San Carlos de Bariloche desde 1977. Obras: "La otra orilla" " Un color inexistente" "Materia viva".
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Y el silencio era la luz
y la límpida memoria
del agua
testimonio de esa luz.
Sólo entonces los árboles instauraron
una posible conversación.

Ese pacto del follaje.
Vago temblor
entre la tierra
y lo invisible.
III
Hilos sonoros de entendimiento, tal fue el tiempo del agua.

Hasta que la amenaza constante de mis abismos,
su atracción destructiva,
su capacidad de retener y aislar
fueron tan poderosas,
que la voz sumergida en mis profundidades enmudeció.
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De la árida sequedad que siguió a este evento nació el fuego.
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DANIEL FREIDEMBERG (1945). Nació en Resistencia (Chaco). Reside en Buenos Aires desde 1966. Obras: "Blues del que vuelve solo a casa" "Lo espeso real" "Canción del ave en sombra" con Juan Cedrón.
II

Así es que empieza la mañana no con
una explosión, con un bostezo.

Así es que otra vez todo se puso a rodar.

" Y no entres manso en eso que viene, rabiá",  subía el ruido de lo que rodaba y entré.
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IV

Viene el verano, viene con
dolor de huesos,
viene con su estopa.

Sentado, en el recuerdo, frente a un mar
siempre recomenzando, escribo.

No con palabras
sino con sombra de palabras, filtraciones
de un turbio noviembre.
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XI

No es que alguien hable, es que lo
quiero ver,
es que no entiendo que las cosas callen.

O, si ahí están, por qué yo quedé afuera.

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EDGAR MORISOLI. ( 1930) Nació en Acebal (Santa Fe). Reside en La Pampa desde 1956. Obras: "Cuatro cantatas" "Salmo bagual" "Solar del viento" y varias más.

Y alguien dirá, tal vez...

Y alguien dirá, tal vez: era de aquellos que miraban
los ríos o su ausencia; de aquellos que volvían con
cada primavera
                            a sus orillas, el alma
en vela y astillada de sueños, brasita
de leña de vidriera en que la noche cuaja su fuego
azul,
los pies sobre la arena y la ilusión
volando muy arriba, como el ganso silvestre.
Y lo veían mateando por ahí, en las chacras
y los puestos lejanos
que ocasiones alumbra un bordoneo.


Y capaz que otro piense ( allá en el Cerro
de la Peineta, junto al agua paisana)
que el hombre callado, caminador, el mensurero
aquél que escuchaba la tarde, el rumor de la
tarde bajo los algarrobos
                                    y unos celajes quietos.

O acaso ocurra que nadie lo recuerde. Que nadie
me recuerde,
como yo los recuerdo, desvelado: ¡cielos, gentes,
fogones, pititorra
                                del tamarisco grande,
costas del corazón!