LO PING WANG: ( 640 -684). Pareciera poesía de ayer, misteriosa, angustiante, pero también profunda y directa. Así la plantea este poeta, uno de los cuatro príncipes de la Dinastía Tang. Con su belleza expresiva, el poeta se aferra a la naturaleza y a sus criaturas - en este caso a una cigarra - y se desdobla en ella para manifestar sus sentimientos. Es época - la Dinastía Tang- de esplendor literario en China, como al oro - material precioso - se valora al poeta y a sus obras. Todas las almas abrazan y abrasan a los creadores y vivan y respetan sus versos. Misterios de la poesía. No hay lugar en ellos para la descalificación ni la burla. Así, como el canto de la cigarra, suave, persistente, isócrono, melodioso, son también sus poemas, que se han perdido en el tiempo, quedando, en este caso, casi exclusivamente el que transcribimos a continuación. Susana Zazzetti.
El poeta oye cantar a una cigarra.
¡Cómo me atrista el ritmo
vibrátil del insecto
que canta entre las hojas!
Es la cigarra amiga
cuyas líricas alas
grávidas de rocío
la estorban para el vuelo,
pero no para el canto.
Desde mi dura cárcel,
la miro.
Así mi alma,
vencida de amarguras,
no logra alzar sus remos,
allá donde no silban
las pérfidas saetas.
Bajo el ciclón que ahora
me tiene derribado
lloro... mientras escribo
serenas poesías.
de "Antología de la poesía china"
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Cómo disfruto de estas entregas, apenas conocidas por mi. Gracias querida corresponsal. Es bellísimo. Abrazo Mercedes Sáenz
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