La verdad
La verdad debía ser una columna de fuego en el desierto.
Agua fresca donde acaba el meandro de espejismos.
Entonces creíamos ver lo que permanece intacto y último.
Entonces nuestra sed tenía causa y propósito.
Un sostén en la arena, incontable transparencia
y esplendor alumbrando la meta precisa.
Ninguna estría en el campo visual ni espasmos
que torcieran al viajero de su tierra deseada.
Hasta la palabra recobró su presencia,
del olvido trajo su fuga, sus desvíos, su mensaje imposible:
letras ardiendo de agonía,
un centelleo en el aire electrizado.
Corresponsal Susana Zazzetti.
La verdad debía ser una columna de fuego en el desierto.
Agua fresca donde acaba el meandro de espejismos.
Entonces creíamos ver lo que permanece intacto y último.
Entonces nuestra sed tenía causa y propósito.
Un sostén en la arena, incontable transparencia
y esplendor alumbrando la meta precisa.
Ninguna estría en el campo visual ni espasmos
que torcieran al viajero de su tierra deseada.
Hasta la palabra recobró su presencia,
del olvido trajo su fuga, sus desvíos, su mensaje imposible:
letras ardiendo de agonía,
un centelleo en el aire electrizado.
Corresponsal Susana Zazzetti.
.....................................................
A través de la luz, en bellas expresiones, la verdad. Cordialmente. Mercedes Sáenz
ResponderEliminar