POESIA - FABIAN CLEMENTI

 

        Estación
 
Todo hace pensar ahora
que la lluvia negra y platinada
se marchó : mis conejitos
blanco nieve del jardín
persiguen el borde de las flores con el salto
feliz de los que ríen.
Florecidas ya las retamas,
el estanque que de a poco se serena
recorre mi pecho, como aquel río que alguna vez
se detuvo para siempre en el corazón
de Juanele:
elefante de agua azul
que sigilosamente
penetraba ocultado por los sauces
el cauce claro de los sueños.
Mi nombre sólo se humedece
y jadea ante la imposibilidad
de decir el poema: gotas grandes y rojas
bajo este cielo gris
que recién me abandona.
 
 
        Filo
 
Quiero expresar esto que sucede
como en una botella que se raja y fue lanzada
a un océano invertido. Desde abajo
logro ver la marea
que me acaricia la frente
en sus chapoteos mudos. Silencio.
Todo ahora se detuvo. Sólo el vidrio
chasquea su dentadura que se pulveriza
astillando el fondo del cielo
con sus hijos en punta.  Aquí nadie
repara el paréntesis del tiempo
que intenta detener
la hemorragia ancestral. La cicatriz
se sigue abriendo, y ya recibe
la mordedura por los dientes que se forman
y amenaza. Como un reloj
mi mente continuó
girando entre las muecas
que ahora se oscurecen y me horrorizan.
Ya está: el elemento lanzado se abrió
como una trampa para osos
y el papel se mojó.
 
 
                        de "Spectrorum"
 
       Corresponsal Susana Zazzetti