MARIA ELENA TOLOSA
XIV
Cae la lluvia.
La hamaca se balancea en el viento.
Corren descalzas.
Siempre el mismo reproche:
"Los árboles se aflojan ".
La madera y la soga ya estarán mojadas,
piensan...
cómo pasar una tarde sin el columpio.
Pegadas al vidrio de la ventana
aguardan que amaine la tormenta,
en los charcos,
las gotas perforan los sueños.
Vuelan las manos en busca de la tijera.
Cuando cesa el viento
la casa se llena de muñequitos de papel.
de "Vestigios de la alquimia"
Corresponsal Susana Zazzetti
Cae la lluvia.
La hamaca se balancea en el viento.
Corren descalzas.
Siempre el mismo reproche:
"Los árboles se aflojan ".
La madera y la soga ya estarán mojadas,
piensan...
cómo pasar una tarde sin el columpio.
Pegadas al vidrio de la ventana
aguardan que amaine la tormenta,
en los charcos,
las gotas perforan los sueños.
Vuelan las manos en busca de la tijera.
Cuando cesa el viento
la casa se llena de muñequitos de papel.
de "Vestigios de la alquimia"
Corresponsal Susana Zazzetti
Tiene el don de pintar en poesía la tela que luego lo harán los pinceles.
ResponderEliminarCelmiro Koryto
Nostalgia y sabor de días de lluvia infantiles. Y el compartir sereno la tijerita, el papel, el tiempo, esperando podér correr hacia los juegos y la hamaca. Nostalgia y dulzura de tardes de lluvia, de ingenio infantil. Un poema profundo desmenuzando unos minutos de la cotidianeidad, con hermosas imágenes y el consejo maternal siempre presente. Muy lindo. Marta Comelli.
ResponderEliminarAdhiero el pensamiento de Celmiro y el de Marta. Toda la ternura de la infancia, que siempre vuelve. Gladys
ResponderEliminarSon esos muñequitos de papel de la infancia los que siempre vuelven al decir de María Elena, enlazando ternura y nostalgia. Un abrazo. Fabiana
ResponderEliminarMaría Elena, vuelve siempre sobre los pasos de la infancia,más allá de todo sabor, de todo dolor o de toda la felicidad inocente que en su momento supo asimilar y vivenciar.
ResponderEliminarPero esos inefables muñequitos de papel...¡Ah!
Susana Giraudo
Hola María Elena, un gusto encontrarte aquí y con ese poema tan vivencial y sensible a la memoria de todos quienes recordamos la propia infancia. Un abrazo.
ResponderEliminarLily Chavez