MARTA COMELLI
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Yo esperaba el encuentro para abrazarme
a su abrazo,
como si fuera un bebé.
Extrañaba aquellos días simples
que pasábamos juntas
cuando tenía tres.
Ella abría grande los ojos y el alma,
acariciaba mis cabellos,
cantaba canciones de cuna,
como si tuviera tres.
Las dos hablábamos en nuestro propio idioma,
aniñado, nostalgioso,
mientras la contemplaba en el duro juego, de encontrar la paz.
Me dolía su mirada buscando el pasado,
queriendo volver.
Siempre, siempre...
a cuando tenía tres.
Me Contabas De New York
(Imágenes de museos)
Me contabas historias que inventabas
de aquel libro del Museo de Arte Metropolitano, de New York.
Te perturbaba la imagen solitaria del músico de tapa "Mezzetin", o "media media"*
ese personaje típico de la ""commedia dell'"arte"", teatro improvisado
de origen italiano.
Te dolías de ese valet amoroso y sentimental
que se agobiaba con frecuencia, en la turbadora búsqueda de un amor no correspondido, cantando ante un jardín cubierto de hierbas
y la estatua gris de mármol,
insensible a sus oídos, y súplicas, alojada a sus espaldas.
Relatabas , la para vos , historia de un hijo dolorido.
Perseverabas en su desarrollo:
"Es su mamá muerta", decías con fervor.
Allí estaban, él y su mandolina con fondo gris y verde de luminosos árboles
y la diluida imagen de mujer
esfumada entre rayos de luces y de sombras.
"Es su mamá insistías ".
Tu voz sonaba dramática, contundente,
y mis palabras no lograban suavizar tu descripción,
la combinación de pasión y picardía que asignabas a las tuyas.
La "Magdalena Penitente" **
en una atmósfera quieta y cálida
iluminada con velas, te capturaba.
No lograbas aceptar el juego de opacas luces de velas,
la calavera sobre su falda,
el miedo que ella sentiría,
presumías.
La escultura de una india madre, amamantando a un bebé ***
apenas cubiertas sus piernas por un lienzo, sus voluptuosos pechos expuestos,
historia íntima y tierna del arte indio,
deslumbraba tus ojitos,
e insistente, relacionabas
a tu madre amamantando, en amorosa descripción.
Sin duda, era tu imagen preferida.
Pasabas largo rato rotando hoja tras hoja,
para descubrirla en el voluminoso libro,
que para felicidad de ambas, siempre estaba allí.
Así, otra historia
involucraba a madres e hijos en actitud de amor.
Relatos infantiles austeros, creativos,
del Libro de Museo de Arte Metropolitano, de New York.
Jugábamos sentadas en el viejo sillón de flores verdes, en cálidas tardes de invierno.
Tu vocecita imperiosa, alumbraba historias.
Serie: "Historias de Amor Siglo XXI"
Poema-Relato
Febrero 23 de 2010
Marta Comelli
*Jean-Antoine Watteau
** Magdalena Penitente, de Georges de la Tour
*** Pastora Yashoda con su ahijado Krishna en sus brazos,
India, Karnataka, período Vijayanagar,
Siglo XIV, bronce, 33,3cm
Me encantaron ambos poeas , el primero muy símbólico, todo un tema lo triangular. En el segundo las image´nes fluyen tan vertiginosamente que hay que volver sobre los pasos, una y otra vez.
ResponderEliminarUh abrazo, Marta, aunque no te conozco y me gustaria leer mas de vos. Amelia
Candor y ternura de una niña que todavía conservas en vos misMa, Marta. Una fiesta para el alma es leerte.
ResponderEliminarMARITA RAGOZZA
Toda la ternura en la mirada hacia el pasado que duele pero que edifica cuando la niña recuerda con amor. bellísimos poemas, nostalgiosos, de excelente estilo. muy bueno encontrarlos aquí. un abrazo cordial. susana zazzetti.
ResponderEliminar...entre historias luminosas de museos, la niña que quiere volver a los tres es la que en este instante acapara mi atención poética.
ResponderEliminarCelmiro Koryto
Hola querida Marta, un gusto leerte, encontrarte con estos poemas que no conocía y que tanto me transmitieron. Felicitaciones señora!!
ResponderEliminarUn abrazo.
Lily Chavez