miércoles, 10 de marzo de 2010


Altai


POESIA de DOLLY PAGANI
 
        Canción para después

 
Cuando todo era aire
y los sapos oscuros cerraban la noche
                                                             en las cunetas
yo era transparencia y mojadura
yo era tu improbable no nacida
tu conjetural canción
                                                             para cantarte.
Ahora
me llueve este árbol de brumas encendidas
estás sobre mi boca antigua, María
navegando semillas bajo tierra
y yo,
improbable
arrimo, fortuita, mi palabra a tus vocales
merodeando las íes y las aes,
bordeo los costados del follaje
abrazo lujuriosa tus verdes claridades
y en un pánico esplendor/
te me deshaces.
Quise 
otra vez, cantarte,
pero todo era mudanza inteligible
desvaivén precario, insuficiente
resplandor desgajado como un sueño.
Cuando seas un paisaje demudado
debajo de mi carne,
un sobrenombre apenas entredicho
un tatuaje de vigilia en mi garganta.
Cuando no haya signos
en la mitología extraña de mi sangre
yo, dispersa y convergente,
te cantaré
                         cantando
en la matriz oscura de tu río
renaceré en el canto.
Con esta obstinación abierta,
con el supremo azar de lo infinito,
renaceré en tu canto
te cantaré
                           cantando.
 
 
            a Villa María, de " El canto de la piedra"
 
   Corresponsal Susana Zazzetti
.

2 comentarios:

  1. Impecable poema y no puedo ser objetiva cuando hablan de V María. Gracias. amelia

    ResponderEliminar
  2. Siento este poema como un canto a la tierra y sus bondades, una no queda indiferente cuando lo recorre.
    Abrazos
    Betty

    ResponderEliminar