Ernesto Ramírez - Paradigma

La última vez que te visité

-tercera y última vez-

yacías compacto en tu abrigo de metal

y pegado a la tierra soportabas

como predestinado a esa constante

un gran peso muerto sobre tus huesos

huesos que ya no tenían la clásica formación

si no que en una especie de mikado óseo

se entrecruzaban fémures con metatarsos y clavículas

mientras tus parietales observaban sin comprender esa anarquía

como siempre no dijiste nada

y para nada alterar yo tampoco hablé

simplemente me senté a tu lado

a contemplar esa torre de urnas que soportabas

y reflexionar que ni la muerte libera a un hombre de su destino

en honor a tus evaporados pulmones y traquea

encendí un cigarro que enseguida irritó y humedeció mis ojos

repasé los años en que juntos y a la vez apartados

compartimos nuestras vidas y nuestras dudas

años en que sin saberlo fuiste clavando tus frustraciones en mi alma

hasta asociarla definitivamente a la tuya

frustradas almas que no saldrían ilesas de esta simbiosis inconclusa

como cargaba una petaca brindé a tu salud repentina

por qué tu muerte no lo fue

tu muerte fue un largo y continuo anuncio en cada round del combate

una estafa en que la vida sabiéndose embaucada te embaucó

hasta dejarte indefenso contra las cuerdas

derrotado por puntos y knock out

un knock out tan contundente que ahí te mantiene

zaguero en un rating de campeones anónimos

enumerados por dígitos tan largos que de seguro no sabrías leer 

sirviendo de base a fernández peréz gandolfos ayalas

desvastados y olvidados en su condición de obreros pretéritos

apilados sobre tus huesos astillados por los fracasos

sobre tu esqueleto desarmado para la estrechez

paradigma de la derrota selectiva.

                                     Ernesto Ramírez 03/09