domingo, 17 de enero de 2010

POESÍA: Poema de Amelia Arellano




AVENIDA DE LOS CÉSARES*

“Otro pájaro (o el mismo)
Incrustó su pico
en la única
raíz
Rolando Revagliatti


En el undécimo y penúltimo mes del año.
-calendario gregoriano, por imposición, no por opción-
En Avenida de los Césares 3315.
Entrando por el Arco del Rincón del Este.
Hay una galaxia azul topacio.
Allí, la taza escribe entre manos de mujer.
Mustia soledad de alambre.
Sin sabor. Sin entrañas. Sin piedad.
La silla se apoya en la mujer,
Como el hambre se apoya en las polillas.
La naftalina no combate la tristeza.
La espalda se arquea en la mujer, como arco de fracaso.
Arco de flecha. Aborto. Plegaria que no llega.
Y los pies...
Ah, los pies. Alguna vez fueron palomas.
Fuego. Rosas inmaculadas.
Los pies. Cruzan la mujer. La atornillan. La amordazan.
Y no hay salmos, ni palabras, ni un te quiero mudo.
Y no hay peces, ni pan, ni un levántate y anda.
Debajo, suspendida en en el suelo.
Una bolsa de desamor que nos espanta.
Posado en la ventana, un zorzal.
“incrustó su pico”, en el poema.

5 comentarios:

  1. amelia: no puedo dejar de emocionarme y conmocionarme ante la descripción de esta mujer y su ausencia de " un te quiero mudo". Digno de un cuadro impresionista, muy bello. susana zazzetti.

    ResponderEliminar
  2. ¿Bueno? Buenísimo. Tiene garra este poema. Felicitaciones. Fernando de Zárate.

    ResponderEliminar
  3. Amelia, lo digo por acá en vez de por mail. Tu forma de intercambiar comentarios es siempre amena, amable, alegre y hasta eufórica, cosa que es un placer. Lo que quiero decir con esto es que la poeta, la enorme poeta crece cada vez más, tus versos tienen un vuelo, una fuerza, una puntualidad y una belleza que casi es Aconcagua, en un día de sol divino.Felicitaciones y abrazo fuerte. Mercedes Sáenz

    ResponderEliminar
  4. Amelia describe la mujer puntada a puntada hasta lograr una puntilla pura que transfiere en azul topacio el desamor que recibe.
    Hermoso poema.
    Celmiro Koryto

    ResponderEliminar
  5. Complacido al advertir esos versos de mi primer libro a modo de invitación a tu poema, querida Amelia, es desde la quinta en Moreno donde estoy de vacaciones que en este mensaje, a mi vez, selecciono

    "La silla se apoya en la mujer
    como el hambre se apoya en las polillas"

    y te extiendo mi abrazo.


    R. R.

    http://www.revagliatti.net



    ______________________________

    ResponderEliminar