ANTONIO CRUZ
XXVIII
Aún habito aquel paisaje
de las tardes de diciembre
con mi cuerpo
trepado a las tortuosas ramas
de la higuera.
Furtivo
entre sus ramas ariscas,
y esas hojas
que ejercen su defensa
en forma de urticaria,
he visto de nuevo
mi corazón de niño
que juega a vivir
entre sus brazos,
disfrutando el dulzor
de las brevas.
Qué lástima
que sólo sea un desvarío.
Aún habito aquel paisaje
de las tardes de diciembre
con mi cuerpo
trepado a las tortuosas ramas
de la higuera.
Furtivo
entre sus ramas ariscas,
y esas hojas
que ejercen su defensa
en forma de urticaria,
he visto de nuevo
mi corazón de niño
que juega a vivir
entre sus brazos,
disfrutando el dulzor
de las brevas.
Qué lástima
que sólo sea un desvarío.
de " Canto a mi pueblo"
corresponsal Susana Zazzetti
corresponsal Susana Zazzetti
Hermoso poema/ música en el oído/ tintineo sutil de vocales y de leche de higo.
ResponderEliminarCelmiro Koryto
Che, como estamos!! Unos días que no entro a Artesanías y no se por donde empezar.
ResponderEliminarSi, tiene razón Celmiro...dulzura de higos, que están , aunque no estén.
Besito, amiga, amelia