martes, 11 de mayo de 2010

MARÍA WINE

Expresiones-histrionica

Maria Wine (1912-2002), la gran poetisa sueca contemporánea, nació en Copenhague en 1912 y, tras su matrimonio con el poeta Artur Lundkvist, se trasladó a Estocolmo, donde vivió toda su vida. Escribió fundamentalmente poesía, aunque publicó libros autobiográficos en prosa y otros de prosa poética En Suecia se la considera como la poetisa del amor, un amor que, según la autora, debe estar basado en la libertad, en la responsabilidad y en la confianza mutua. Esa libertad de los amantes que, aunque cause intensos dolores, es indispensable para que viva el amor. Lo cotidiano está tan presente en su obra como el amor. Maria Wine nos señala las alegrías que hay en la vida diaria, nos insinúa la obligación que tenemos de ver, de descubrir cosas, para no perdernos nada de lo que nos ofrece la vida. Hay en su poesía algo de reflexión bienhumorada, de razonamiento en tono sereno, delicadamente pedagógico. En toda su obra hay un afán de libertad y de paz; la poetisa, no sólo alza su voz para protestar contra la injusticia, la guerra y la inhumanidad con ira o con humor, sino que también lo hace para despertar a los indiferentes. Escribió más de 30 poemarios y recibió los más prestigiosos premios de poesía suecos, el Bellman y el Ferlin, entre otros. Su obra se ha traducido a numerosos idiomas. Falleció en Estocolmo a la edad de 90 años.

BENDITA SEA LA IRA

En los confines del templo,
se oye cortar bambú:
lluvia fina en la noche
Kuroyanagi Shôha

Bendita sea la ira
la pálida ira silenciosa
que tiembla igual que un arco demasiado tenso
o la ira colérica
que grita con voz resonante
y la oscura ira abismal
que retumba en la campana de alarma de la tormenta

Bendita sea la ira
que con su guadaña de luz
despierta al indiferente
y con su fuego
oscurece la sonrisa del tramposo-
la ira que desenmascara
al ostentosamente dadivoso
y al que acepta con avidez

Maldita sea la ira
que habla con la lengua del odio
sólo para extender más odio
Huye de esta ira engañosa
como si de una serpiente venenosa huyeras

Pero no huyas de la ira
que embriagada de furor
tropieza con sus palabras
préstale
la oreja redonda de la paciencia
Y tu propia ira contenida
que se retuerce como un sacacorchos
en tu corazón
o susurra como una abeja
encerrada en tu mano:
libérala
reparte contigo mismo
las frutas de tu ira

Bendita sea la ira
que con su discurso brillante
agudiza y se yergue
haciendo huir a la maldad
al igual que las sombras
huyen de la luz-
Bendita sea la ira que lucha
por más vida en la vida
más amor en el amor
más justicia en la justicia

Enviado por Cris Villanueva
(Versión De Justo Jorge Padrón)

1 comentario:

  1. Sobre María Wine: Imposible sentir indiferencia ante este poema, fuerte, tocante. Desde el epígrafe Shoha hasta la última palabra. Sería interesante poder compartir mas material de esta poeta.Gracias. Marta Comelli

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