AMELIA ARELLANO ● Paloma Negra
“...tengo miedo de buscarte y encontrarte...”
Chabela Vargas
Traigo una paloma negra.
Sangrándome en el pecho.
Espejo. Antiguo ser. Torcaza desterrada.
Aletea. Cae. Garabatea mi inocencia con minúscula. Se levanta.
Evita los abismos de mi carne.
Sabe. No se improvisa el vuelo. Tampoco, hay cumbres imposibles.
Hay un afuera que golpea. Golpea, muy adentro.
Hay mujeres con zodíacos truncados.
Dioses de cenizas. Pórticos cerrados.
Manos con anillos, zurcidoras de azahares.
Vientre madre sandía, mente padre lenteja.
Cleopatra copula en los andamios.
Blanca nieve es supervivencia. No enloquecer, enloqueciendo.
Isadora aun no emprende el vuelo.
El letargo tiene sabor amargo.
La “casa del hornero” está vacía.
Barby vive en un hospicio de 10 pisos.
Tanto mides. Tanto pesas. Tanto vales.
María soledad vende su hambre.
Mitos y mordazas hacen olas.
Un solo hombre. Un solo bote.
Solo cabe una. Arriba o abajo.
Una sola: Eva o Lilith. Lilith o Eva.
Hay un adentro afuera.
Un adentro que se desborda en verde.
Un silencio de máscaras mayas.
Una alborada fecundada en la sed y en la lluvia.
Un hechizo de vuelos de caballos.
Un pájaro en la mano de una rama.
Un pulso de saliva y greda.
Pezones tibios. Sangre leche.
Una niña, un niño, una huella.
Pronuncia tu nombre y el Nombre de tu nombre.
Un secreto sabor. Un coloquio entre tres.
Un as de bastos, una espada.
Un oro y una copa. Un grial que se derrama.
Traigo amorosas palomas en mis siete mares.
Vuelos. Tenues galopes, entrañables hiedras.
Pero mi madera memoriosa, no es velamen de olvido.
Traigo una paloma negra.
Sangrándome en el pecho.
Espejo. Antiguo ser. Torcaza desterrada.
gracias querida amiga. Vuelve el abrazo con toda mi admiración. Los verbos siempre pueden aprender a conjugarsem en distintos tiempos, en distintintos espacios, después de todo vivir es un verbo. Felicitaciones.
ResponderEliminarAmelia, me gustó mucho la fuerza de este poema. He buscado otros y todos tienen ya codificado esa fuerza en los versos. Felicitaciones
ResponderEliminarFernando León.
todas las cartas está hechadas en la fuerza del verbo pero mucho queda por decir en el corazón de la paloma donde la mujer es todos los nombres.
ResponderEliminarCelmiro Koryto
Qué lindo Amelia!! Me encata esa fuerza que todos recalcan, tu forma de vivir la poesía, porque en definitiva es eso, cada palabra se inserta en el sentir del otro. Muy bueno, un abrazo.
ResponderEliminarLily Chavez
ame, desde la perfecta elección del epígrafe hasta el punto final, este poema vibra, ninguna huella de vida queda al azar bajo tu palabra precisa y bella. abracito. susana zazzetti.
ResponderEliminarEsa paloma es un torrente de sangre y fuego incendiando lo sentidos.
ResponderEliminarErnesto.
Ame, tu poema tiene ingenio, tragedias, escritura y color temperamental. Es como un torrente que guarda sensaciones y deja vislumbrar, con sentido poético, tu sabiduría de vida.
ResponderEliminarAndrés