PRÓLOGO DE UN EPÍLOGO
“Amada imaginación, lo que mas amo en ti, es que jamás perdonas “
Primer Manifiesto Surrealista André Bretón.
Me parece justo y necesario que la síntesis de Tununa Mercado sobre “Sin Cuenta Caras De
Quizás la Juana que conocí sea la misma que conoce Tununa o el lector solo que ubicada en otro tiempo y otro espacio.
La imaginación sin duda irá acompañada de la libertad espiritual de cada uno, pero las desgracias y gracias heredadas como el concepto de “Patria”, de libertad o sometimiento, de víctima y victimario, de guerra y de paz, de ganancia y de pérdida no son imaginerías poéticas son una verdad como lo es el perpetuo renacer del dolor en la resistencia.
"Cincuenta caras de la moneda. Hay nociones sobre las que es muy difícil explayarse porque representan categorías demasiadas “altas”, La Patria por ejemplo, que durante la guerra de las Malvinas coronó los discursos militares y civiles de aquellos años, fue moneda malversada por el poder dictatorial. En el anverso de ese triunfalismo que terminó en derrota, están las víctimas. “Cuando florezcan la madreselvas” las encuentra en una de esas regiones dejadas de la mano de Dios, que han sido también abandonadas por quienes las gobiernan y representan. En esos parajes entre los cerros, bajo la noche estrellada o en el algarrobo añoso, hay una verdad, sin embargo que persiste en sobrevivir, la de quienes todavía preservan nobleza, generosidad, sabiduría. Ese mundo es de las mujeres, si en el texto hay un "alegato” es sobre la vulnerabilidad de la mujer en la guerra y su perpetuo renacer del dolor y en la resistencia. Solo el amor, el encuentro amoroso, conmovedor en los “Sin nombre”, enaltece al hombre y a la mujer, pero a costa de la pérdida. Cuentos entramados alrededor de relaciones humanas cuyo espesor literario reside en el conflicto; éste puede ser resuelto, pero manteniendo siempre su dramatismo. Una prosa tensa, atenta a las tonalidades de paisaje en sus descripciones y con diálogos frescos y directos en la mejor tradición realista.”
Tununa Mercado
A MODO DE INTRODUCCIÓN
Ninguno de los personajes de este libro figuran en los anales de la historia, sin embargo merecerían estarlo, por el solo hecho de haber afrontado una de las vivencias más terribles inherentes a nuestra condición de humanos: el miedo.
Todos, absolutamente todos son reales aunque no coincidan con sus nombres reales, con sus espacios físicos, si con una cronología histórica determinada.
Responden una concepción de realidad que hace que estos personajes y sus escenarios externos e internos partan de la convicción de que estos hechos han existido con independencia al autor que sistematizó las producciones.
El miedo no es un invento, ni una alucinación. Existe. Existe en todos y en cada uno de nosotros,
El miedo es como una moneda con sin cuenta caras
Por miedo se han convertido los más terroríficos actos de la historia de la humanidad, ya que lleva implícita una carencia y un deseo; una direccionalidad y una conducta dirigida a satisfacer tales necesidades.
Se despliega en estas páginas el miedo al amor, al odio, a la locura, a la muerte, a la vejez
El miedo al otro que encubre el miedo hacia si mismo. El miedo a ser y a no ser, a estar y a no estar.
El miedo del sometedor y del sometido
El miedo del tirano que encubre la precariedad de su espíritu de esclavo.
El miedo a la libertad, que significa nada mas y nada menos l a contratara de la mitad oscura que, inexorablememente nos acompañan
La autora
A la fuerza que produce cualquier relación con Tununa Mercado, sus escritos, sus ideas, su exilio, esta introducción Amelia es sencillamente extraordinaria. Feliciaciones. Abrazo. Mercedes Sáenz
ResponderEliminarA Amelia Arellano: cuando tanta soberbia y ego subido de tono, cuando tanto autobombo con letras de dos metros de altura parecen afirmar la gloria prestada por comentarios acaramelados, leo tus escritos clavados desde la realidad prosaica y dura del quehacer cotidiano. De paso, valoro el comentario inteligente y certero de Tununa Mercado, veterana amiga, colega de exilio, del verdadero no del fabricado con chafalonías para engañar, para dejar una estela de heroísmo falso e inexistente.
ResponderEliminarAndrés Aldao