Allí está. ¿Sabe mi nombre?
No, lo inventa.
En forzosa inmovilidad
la estatua siempre está
parecida a todos los días
pero diferente.
A lo mejor ella me comprende
y por eso creo que me sonríe
rodeada de tantos pájaros.
Ahora llueve
no es coincidencia melancólica
entre tanta gente inútil
una pequeña satisfacción,
se han alejado los que gritan
las parejas que-se –miran-a- los-ojos
las mujeres con sus niños.
Quedo yo
deslucida y mojada
y otros adoradores del agua
reivindicadores del otoño.
La estatua idéntica y húmeda
creo que participa de mi secreto.
La envidio
fría
serena
tan siempre.
Marita Ragozza De Mandrini
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Primero quiero darte la bienvenida aunque estuviste siempre. Aunque seas la primera lectora de Artesanías o al menos la que conserva una presencia inigualable a través de tantos años, en los escritos, en las opiniones comprometidas, en el compañerismo, en la sinceridad, todo eso manteniendo intacta tu alma de escritora.
ResponderEliminarAhora quiero felicitarte por tu poema. Para mí es una imágen perfecta. Diálogo con algo que parece inmortal y el sereno y casi amigable resignamiento de un alma de carne y hueso. Mee encantó. Un abrazo muy fuerte y toda la fuerza. Merci
Marita, surgiendo entre los árboles de la plaza con un poema y una estatua en la metáfora enriquecida de su palabra con el antes y el después /tan de siempre.
ResponderEliminarCelmiro Koryto
Marita,es un gusto reencontrarte en estas páginas,con este poema descriptivo de un entorno en el que se desprenden sentimientos tan íntimos, tan ajenos al ruidoso quehacer urbano, y que una poeta con tu sensibilidad logra captar y transmitir.
ResponderEliminarUn abrazo, Juany Rojas
Bello tema, Marita, descripto con fina sensibilidad y con tu impecable estilo. Un abracito en la salud y la poesía. susana zazzetti.
ResponderEliminarEste poema de la amiga Marita es una especie de reencuentro cariñoso entre la poeta y prosista y ensayista, y Artesanías Literarias. La estatua de la plaza es una clave, una sugerencia, un canto de fe aunque deja entrever, disimulado en la sensibilidad de quien escribió el poema,la pauta de su dolor y algo de tristeza:
ResponderEliminar"Quedo yo
deslucida y mojada
y otros adoradores del agua
reivindicadores del otoño.
La estatua idéntica y húmeda
creo que participa de mi secreto".
Agradecemos tu fidelidad, Marita, "a pesar de los pesares". Andrés