martes, 16 de febrero de 2010

POEMAS CON MÚSICA - POESÍA LETRAS DE TANGO


Tres poemas de tres grandes poetas argentinos, Homero Manzi, Cátulo Castillo y Enrique Cadícamo, cuyas letras se han transformado en tangos inolvidables, texto y música. Es de perogrullo imaginar que estos tres tangos han perdurado en el alma de la gente debido a la calidad poética de las letras y la música penetrante, melancólica, y a la inspiración que iluminó a los músicos. Semana de tristeza y nostalgia, de compases de la música y la poesía del Río de la Plata. Unos versos de cada tango introducen la lectura de estas letras inolvidables:
  
Fuimos la esperanza que no llega, que no alcanza / que no puede vislumbrar su tarde mansa. / Fuimos el viajero que no implora, que no reza, / que no llora, que se echó a morir. (Fuimos)
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Un Otoño te trajo..! Tu nombre era María, / y nunca supe nada de tu rumbo infeliz... / Si eras como el paisaje de la Melancolía, / que llovía...llovía, sobre la calle gris... (María)
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La princesa está pálida en su silla de oro, / está mudo el teclado de su clave sonoro / y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor." (La novia ausente) - Introducción de A.A.


FUIMOS

Letra: Homero Manzi / música: José Dames

Fui como una lluvia de cenizas y fatigas
en las horas resignadas de tu vida...
Gota de vinagre derramada,
fatalmente derramada, sobre todas tus heridas.
Fuiste por mi culpa golondrina entre la nieve
rosa marchitada por la nube que no llueve.
Fuimos la esperanza que no llega, que no alcanza
que no puede vislumbrar su tarde mansa.
Fuimos el viajero que no implora, que no reza,
que no llora, que se echó a morir.

¡Vete...!
¿No comprendes que te estás matando?
¿No comprendes que te estoy llamando?
¡Vete...!
No me beses que te estoy llorando
¡Y quisiera no llorarte más!
¿No ves?,
es mejor que mi dolor
quede tirado con tu amor
librado de mi amor final
¡Vete!,
¿No comprendes que te estoy salvando?
¿No comprendes que te estoy amando?
¡No me sigas, ni me llames, ni me beses
ni me llores, ni me quieras más!

Fuimos abrazados a la angustia de un presagio
por la noche de un camino sin salidas,
pálidos despojos de un naufragio
sacudidos por las olas del amor y de la vida.
Fuimos empujados en un viento desolado...
sombras de una sombra que tornaba del pasado.
Fuimos la esperanza que no llega, que no alcanza,
que no puede vislumbrar su tarde mansa.
Fuimos el viajero que no implora, que no reza,
que no llora, que se echó a morir.


MARÍA

Letra: Cátulo Castillo / música: Aníbal troilo

Acaso te llamaras solamente María..!
No sé si eras el eco de una vieja canción,
pero hace mucho, mucho, fuiste hondamente mía
sobre un paisaje triste, desmayado de amor...

El Otoño te trajo, mojando de agonía,
tu sombrerito pobre y el tapado marrón...
Eras como la calle de la Melancolía,
que llovía...llovía sobre mi corazón..!

María..!
En las sombras de mi pieza
es tu paso el que regresa...

María..!
Y es tu voz, pequeña y triste,
la del día en que dijiste:
"Ya no hay nada entre los dos.."

María..!
La más mía..! La Lejana..!
Si volviera otra mañana
por las calles del adiós..!

Tus ojos eran puertos que guardaban ausentes,
su horizonte de sueños y un silencio de flor...
Pero tus manos buenas, regresaban presentes,
para curar mi fiebre, desteñidas de amor...

Un Otoño te trajo..! Tu nombre era María,
y nunca supe nada de tu rumbo infeliz...
Si eras como el paisaje de la Melancolía,
que llovía...llovía, sobre la calle gris...

* * * * *

LA NOVIA AUSENTE

Letra: Enrique Cadícamo / música: Guillermo Barbieri

A veces repaso mis horas aquellas
cuando era estudiante y tú eras la amada
que con tus sonrisas repartías estrellas
a todos los mozos de aquella barriada.
¡Ah! las noches tibias... ¡Ah! la fantasía
de nuestra veintena de abriles felices,
cuando solamente tu risa se oía
y yo no tenía mis cabellos grises.

Íbamos del brazo
y tú suspirabas
porque muy cerquita
te decía: "Mi bien...
¿ves como la luna
se enreda en los pinos
y su luz de plata
te besa en la sien?"
Al raro conjuro
de noche y reseda
temblaban las hojas
del parque, también,
y tú me pedías
que te recitara
esta "Sonatina"
que soñó Rubén:
(Recitado:)
"¡La princesa está triste! ¿Qué tendrá la princesa?
Los suspiros se escapan de su boca de fresa.
Que ha perdido la risa, que ha perdido el color...
La princesa está pálida en su silla de oro,
está mudo el teclado de su clave sonoro
y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor."

¿Qué duendes lograron lo que ya no existe?
¿Qué mano huesuda fue hilando mis males?
¿Y qué pena altiva hoy me ha hecho tan triste,
triste como el eco de las catedrales?
¡Ah!... ya sé, ya sé... Fue la novia ausente,
aquella que cuando estudiante, me amaba.
Que al morir, un beso le dejé en la frente
porque estaba fría, porque me dejaba.

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6 comentarios:

  1. ¡Gracias Ester! Mi padre me cantaba " María"
    MARITA RAGOZZA

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  2. me encanta la intertextualidad con Rubén Darío y ests excelente idea de recordar letras de tangos. susana zazzetti.

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  3. lEER Y RELEER ESTOS POEMAS, ESCRITOS HACE CIEN SIGLOS, DEMUESTRAN UNA VEZ MÁS QUE LA POESÍA HECHA LETRA DE TANGO PERDURA Y JAMÁS PIERDE ACTUALIDAD.
    ANUDADA EN EL CORAZÓN DEL PUEBLO, LA LETRA Y LA MÚSICA SON IMPERECEDEROS. MÓNICA SCHULTZ

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  4. A mi también ,Aves del cielo. También el tango, en especial el tango SUR me recuerda mi padre. Gracias!!! amelia

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  5. La profundidad y la tibieza, el desgarro y la ternura, la poesía maravillosa, todo, todo puede encontrarse en semejantes autores de tangos. Cómo no sé escribir y además se me entiende poco, tomaré ´sus palabras para despedirme´, con todo respeto. Felicitaciones por el material y espero que pronto todo vuelva a la normalidad en la revista. Lo lamento. Yo (no es en este caso un ego grande) Hoy no tengo mi nombre.

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  6. Cuánta belleza por Dios!. Gracias por dejarlos aquí. Abrazo. Mercedes Sáenz

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