Cármides (I)
¿En sueños? Lenta lluvia de hojas
secas, que aún no concluye. Por el aire,
lo que sin dar sombra se difunde,
lo que sin luz aparente deslumbra.
Huye de si mismo el pájaro. Queda
un vacío que nada ni nadie ocupa.
Es niebla cuanto cabe. Es papel,
reflejo, eco.
Una figura
en lo remoto se desdibuja.
Inútil esbozo, grito de animal
entre las llamas. ¿Hubo
cortina sin rasgadura,
mirada sin velo y, adelante,
agua con su cauce y desembocadura?
secas, que aún no concluye. Por el aire,
lo que sin dar sombra se difunde,
lo que sin luz aparente deslumbra.
Huye de si mismo el pájaro. Queda
un vacío que nada ni nadie ocupa.
Es niebla cuanto cabe. Es papel,
reflejo, eco.
Una figura
en lo remoto se desdibuja.
Inútil esbozo, grito de animal
entre las llamas. ¿Hubo
cortina sin rasgadura,
mirada sin velo y, adelante,
agua con su cauce y desembocadura?
Cármides (II)
En silencio, con los ojos abiertos,
se sumerge. Sin testigos.
Lejos de los barcos pintados,
de los remos, del Pez
y los peces. Ahora
todo es tiempo, muerde los muros,
los hijos, arroja ceniza
sobre las ciudades.
En el fondo apenas una chispa.
Apenas algunas hojas secas,
un fruto que nadie come
en el aire se pudre.
se sumerge. Sin testigos.
Lejos de los barcos pintados,
de los remos, del Pez
y los peces. Ahora
todo es tiempo, muerde los muros,
los hijos, arroja ceniza
sobre las ciudades.
En el fondo apenas una chispa.
Apenas algunas hojas secas,
un fruto que nadie come
en el aire se pudre.
Cármides (III)
Un árbol desatado, suspendido sobre la corriente.
Las preguntas de los tallos, en la savia la respuesta.
¿Quién se desnuda, se pinta el vientre,
se ofrece a la casi luz, casi penumbra?
El Eje del Mundo, el punto exacto, el centro.
Pero el deseo falla, la razón falla.
Y la casa está vacía.
Las preguntas de los tallos, en la savia la respuesta.
¿Quién se desnuda, se pinta el vientre,
se ofrece a la casi luz, casi penumbra?
El Eje del Mundo, el punto exacto, el centro.
Pero el deseo falla, la razón falla.
Y la casa está vacía.
Cármides (IV)
¿Es la vigilia ahora? Relámpagos.
Lejanos, detrás de los últimos árboles.
Tiene que haber un hombre allá,
con él una mujer. Huesos,
nervios, desdichas, palabras,
líquidos, hambre y sed.
Con ellos ni mi sombra estuvo.
Aquí sólo ras de tierra, breve océano mudo,
papeles esparcidos.
¿Es la vigilia
torpe calotipo que se consume?
Lejanos, detrás de los últimos árboles.
Tiene que haber un hombre allá,
con él una mujer. Huesos,
nervios, desdichas, palabras,
líquidos, hambre y sed.
Con ellos ni mi sombra estuvo.
Aquí sólo ras de tierra, breve océano mudo,
papeles esparcidos.
¿Es la vigilia
torpe calotipo que se consume?
Cármide (V)
En el sitio de las olas, pozo.
Barco de frágiles vértebras, donde existo.
Se hiela la memoria al borde
de un seno oscuro, ciego. Exilio.
Quien come siente culpa.
Quien ayuna ve caer el cielo de a pedazos.
Entonces, ¿ya se dijo todo,
historia: menos que bestia, espantajo?
Barco de frágiles vértebras, donde existo.
Se hiela la memoria al borde
de un seno oscuro, ciego. Exilio.
Quien come siente culpa.
Quien ayuna ve caer el cielo de a pedazos.
Entonces, ¿ya se dijo todo,
historia: menos que bestia, espantajo?
Cármide (VI)
desnudas o apenas vestidas
con retazos de lo que pudo ser
y no fue. Ligera niebla
entre ellas y yo,
pero de todos modos
ligera materia de extranjería,
de casi muerte.
Viven en casa hueca, sin gracia.
Vivo en casa llena, igual de desco
Fantástico poema, símbolos , imágenes y metafóras. Gracias por traerlo. amelia
ResponderEliminarLéi algo sobre este autor y en varios poemas es soprendente. "economía en el trazo, ausencia de retórica en beneficio de la línea desgarrada da a su poesía una gran fuerza expresiva, un carácter inmediato que agarra al lector en su desnudez.(...)" No coincido aunque esas palabras merecen todo mi respeto. Son versos bellos con punta de latigazos de una realidad que toma la forma del que las lee. Cordialmente Mercedes Sáenz
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