domingo, 7 de febrero de 2010

NARRATIVA: LA ENTREVISTA – Nadine Alemán



Este cuento de Nadine Alemán pertenece a su primer libro, "17 Simples Cuentos". Volumen que reúne diecisiete cuentos, varios de temática patagónica, primer obra de Nadine Alemán, que incluye los relatos “La aúca” y “El vestido”. La contratapa del libro anuncia que se trata de “un recorrido por la vida de diferentes personajes que, siendo muy diferentes en superficie, se encuentran en varios lugares comunes como la soledad, el miedo, la ira, la esperanza, la resignación, la locura, el amor, el ahogo, la fantasía, la vengana, el silencio”. El libro fue traducido parcialmente al árabe en Marruecos. La escritora, nacida en Esquel en 1977, es Licenciada en Cine y Televisión de la Universidad Nacional de Córdoba. Realizó proyectos audiovisuales en Córdoba y Santiago de Chile. Desarrolló gran actividad como jefa, directora y asistente de producción en diversos filmes. Es autora de un guión de largometraje titulado “La Tierra de mis hijos”, donde cuenta la travesía de los colonos galeses hacia la cordillera.

"Un holograma es una imagen tridimensional,
registrada por rayos láser,
proyectada sobre una emulsión especial.
La imágen aparece saliendo de sus límites,
es tan asombroso que es difícil resistir la tentación de tocarla."

Me apuré a subir las escaleras del metro, y ni bien estuve en la acera avisté el edificio. Ante mí se alzaba una enorme pantalla de cristal líquido en la que decía “The Cientifics News” en letras suspendidas en el aire, como desprendidas mágicamente del fondo. Subí, entré y esperé. Simone me hizo pasar y noté que poseía una extraña mezcla de sensualidad, gentileza y formalidad. Era una mujer bellísima pero de una mirada dura y poco expresiva, por momentos me parecía que Simone se disolvía en el aire, pero ese ligero “barrido” de mi interlocutora era muy poco perceptible, y se lo atribuí al cansancio y stress que me provocaban las entrevistas de trabajo que había tenido en la última semana. Conversamos y le dejé mis ensayos sobre el escritorio como me pidió, pero honestamente no pensé que yo le hubiese gustado para el puesto de redactor que buscaban. Finalizada la charla, descendí a las asfixiantes arterias subterráneas y volví a casa.

Pasada una semana, me asaltó la idea de llamarla, sólo para saber si había leído los manuscritos.
Llamé y nadie contestó. Insistí. Un anciano levantó el auricular del otro lado, tímidamente balbuceé “la señorita Simone Short, por favor...” “¿Simone Short…? acá no hay ninguna Simone Short” El anciano parecía estar disgustado, creo que lo desperté de su siesta. “Mmm... ¿Es allí la redacción del diario científico The...?” “No caballero, usted se ha equivocado, esto es un museo...” “¿Un museo?” –respondí-. “Si, un Museo de Arte Contemporáneo y abrimos a las dieciséis horas.”
-¿Pero es la avenida Matucana cuatrocientos sesenta y cuatro? –insistí.
-Así es, joven, es la avenida Matucana cuatrocientos sesenta y cuatro, y es un Museo de Arte Contemporáneo desde hace casi sesenta años, ¡y abrimos a las dieciséis horas!
-Señor, espere, no cuelgue, ¿puede decirme qué expusieron durante la semana pasada?
-No recuerdo muy bien, hubieron unos franceses y a ver... aquí tengo el catálogo, hubo una exposición de hologramas y litografías… ¡y abrimos a las dieciséis!
Dicho esto, el anciano colgó el auricular.

Caminé. Tomé la tarjeta de presentación y leí solo tres palabras: "SIMONE SHORT, Av. Matucana 464", caminé hasta dicha dirección y efectivamente, ante mí se alzó un viejo gran cartel, que lejos de ser una moderna pantalla líquida, decía: “MUSEO DE ARTE CONTEMPORÁNEO”. Pisoteado y sucio encontré un catálogo: "Semana de la holografía, con la presentación de físicos franceses...", las escaleras eran las mismas, las ventanas mínimas eran las mismas, ese era el lugar en el que yo había estado en una entrevista con Simone Short tratando de conseguir un trabajo de redactor de noticias científicas, definitivamente. Me senté en un banco de la calle, y sólo atiné nuevamente a buscar la tarjeta de Simone Short, que terminé sin encontrar.

Enfoqué mi mirada en infinito y me sumí en mis pensamientos.
¿Qué había sido real y qué no en esa entrevista con Simone Short? ¿Podría ser Simone y su oficina un holograma? ¿Podría yo haber sido una simple rata de laboratorio para un experimento de una agencia de hologramas? Me dije que era imposible que algo así me hubiera pasado, luego me refuté “no, imposible no, es improbable” y me repetí "IMPROBABLE". Volví a mirar hacia el edificio y me vi a mí mismo descendiendo con Simone por las escaleras del Museo, yo sonriente, Simone, enigmática y sensual como la había conocido. La imagen se deshizo en un instante, fue una sensación muy finamente perceptible, como toda Simone, y se desintegró con la naturalidad de una piedra perturbando el agua quieta.

Sentado en ese banco en plena calle, capté con mi más profunda simplicidad, el concepto de IMPROBABLE, y rechacé la más mínima intención de cuestionarlo, por lo menos no yo, un simple muchacho en busca de entrevistas de trabajo.  ●

4 comentarios:

  1. Prolijo y detallado me pareció en la primer lectura. Un rato después pensé en el todo lo que significa buscar trabajo y soñar o imaginar o suponer. Creo que sucedió todo junto. Imagino yo, con perdón a equivocarme, que nunca se movió del banco de la calle. Simplemente se probaba asimismo. Redactor de noticias científicas. Dificil fanteasear con las pruebas exigidas por la ciencia.
    Creo que el trabajo lo consiguió aunque esto no lo puedo comprobar. Creo que se sentó a soñar un poco.
    Después me gustó más todavía el escrito porque tiene la posibilidad de leer que los protagonistas pueden ser varios. Y creo tabién que por eso es la forma diversa de relatar, con precisión puntual por momentos y con espacios de bella poesía por otros. Cordialmente. Mercedes Sáenz

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  2. Es un placer para mí tener este tipo de lectores, con tan refinado olfato para el detalle. Es un gusto estar en esta página por esa misma razón. Un saludo y gracias por considerarme aquí.
    Nadine Alemán - www.nadinealeman.blogspot.com

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  3. Nadine Alemán: Por regla general intentamos publicar buena literatura y, cuando hallamos a alguien que escribe y atrae su escritura, la publicamos, como es tu caso. Porque hay merecimiento,
    Andrés

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  4. Es para mí un argumento que puede llegar a ser un cortometraje, donde el Holograma hace de enlace y crea los personajes.
    Creo que la búsqueda es lo menos importante.
    El desarrollo es la magia de estar y vivir en dos mundos que nos parecen reales y que se desintegran cuando pierden vigencia.
    Celmiro Koryto

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