lunes, 21 de marzo de 2011

FRANCISCO “PANCHO” COLOMBO


  
Nació en Wenceslao Escalante (Médano de las Cañas). Periodista profesional. Trabajó en el Diario Orientación dirigido por Antonio Sobral y también en el diario Córdoba. Dirigió la Revista Umbrales Realizó ensayos de investigación histórica relativos a temas cordobeses. Fue colaborador de la Revista Laurel. Integró la primera muestra de la Poesía de Córdoba, antología colectiva 1966, cuentos incluidos en Narradores de Córdoba 1978; Córdoba Narra 1980; Cuentos de la Cañada 1983”. Ha publicado el libro de Los Elogios; La madre y el padre; (Poemas 1982); Los oficios del hombre; las Cuatro estaciones en 1987 , un libro de  poesía en coautoría con Pablo Ponzano,(1999) entre otros. Hito fundamental en la historia de la literatura de Córdoba con la fundación del Taller del Escritor, grupo por donde pasaron importantes figuras de las letras cordobesas: Daniel Moyano, Susana Cabuchi, Julio Castellanos, Daniel Vera, Susana Aguad , entre ellos.
Narvaja Editor trabaja en la actualidad en la reedición de sus libros: “Los Oficios del hombre” y “El libro de los elogios”

LAS CUATRO ESTACIONES
(Alabanza al paisaje de Córdoba).
Alción Editora. Córdoba, 1987

El otoño

El vuelo del ave cierra la tarde. Es la hora en la cual San Francisco, el de Asís, el anticipador de la Ecología, sale en la noche y asciende a cada árbol para darle su aliento tibio a la rama solitaria, al gajo mudo, a cada palito triste y una vez abajo, en el pastizal o en el ribazo, de entre sí barba hermosa nace una voz que dice: “-Oh! Mis pequeñas matas tan perfumadas como el heliotropo; mi grillo musical; mi lombriz ciega, alcancía de la lluvia y pulmón de la tierra, dormid, queridos míos, dormid hasta la fiesta que viene! y esta abeja, con su motor a toda vela, cruza el aire llevando fiel el último polen a su celda hexagonal, a su fragua  de amor y de vida. Gracias Dulcinea, por darnos tu miel y tu ejemplo.
No me lamento por las hojas que caen, por tanta música quieta. Sé que esa hoja es el único oro que sirve. Sé también que ella guarda en su seno el humus del cual surgirá victorioso el árbol de mañana. Por eso escribo contento todo esto. Hoy, aquí, en Córdoba.

El carpintero

La madera es tiempo detenido, callado. Cuando el diente canino del serrucho la muerde, desparrama por el aire su sangre de perfumes, el ambiente se vuelve primavera, todo el bosque se siente herido y llora una agonía apenas audible.
El hombre siembra la planta y, con ella crece. Los árboles que hoy duermen echados como blandos minerales bajo el techo del cielo de los aserraderos, ya eran árboles que acompañaban los juegos de nuestros abuelos. La madera robó al tiempo su dulce vocación de calendario.
Diminutos seres de músculos acerados con una estrella de luz le van cortando sus anclas de la tierra y el gigante cae, cae y queda su cuello sangrante como el cuello de un toro herido. Las hormigas piensan que son nuevas cataratas el llorar sin pausa de la savia que se despeña. El buey o el río llevarán estos cadáveres de aromas y susurros por disímiles caminos.
EL San José de todos los tiempos, recibe el tablón como a otro hijo. Lo toca, como si a esa carne de serrín antiguo la conociera desde siempre. La mira, es el pan diario de su trabajo.
En el brasero, recortes pequeños de fibras jugosas alimentan el fuego y éste calienta el tarro de cola que como un ojo rojo ilumina el ambiente. La carpintería se llena de un humo suave y un sonido crepitante invade el sitio, entonces presentimos lo que en un rincón conversaran nuestros fundadores de las barbas hermosas, allá en el Medioevo. Leonardo, juega con una fruta y un compás. Sonríe.
El carpintero es un dios enérgico, trabaja con una arcilla vegetal, donde la geografía ha depositado sus galaxias infinitas, porque hay un mundo secreto dentro de la savia suspendida, que nunca nos será dable conocer. De ese misterio sólo es dueño el grueso lápiz, túnel dormido en blando carbón.
Y el mueble aparece de pronto de esas sus manos inquietas de filósofo y místico, como nacen del poeta esos versos interiores que lo sorprenden en las noches jubilosas, llenándole el alma de una música profunda por saberse vasija de tantos sueños, de los que un día se levantó para ser eterno.

Francisco Colombo

11 comentarios:

  1. QUE EN EL PECHO ME DIO EL AMIGO COLOMBO. EL CARPINTERO ES UN DIOS ENERGICO..HE DISFRUTADO ESTA NARRATIVA DE FRANCISCO CON MUCHA EMOCION.

    EDGAR BUSTOS

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  2. Se nota una delicada calma en la narrativa de este escritor. Leía que fue fundador del Taller del Escritor muy nombrado en Córdoba (no lo sabía) y después al leer nombres como Susana Cabuchi,Aguad, Vera, Castellanos, Daniel Moyano nada menos dije epa epa y entendí la razón de ser tan querido en Córdoba. Felicitaciones a Francisco y a la revista estuve leyendo un poco de todo, muy buen material, aunque por una cuestión de tiempo deje comentarios en algunos. Saludos

    Mónica Alderete
    Villa Allende

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  3. Se nota quien es sensible a la naturaleza y que ahonda en ella para encontrarse, ya que somos un todo con lo viviente.Hay que tener un mundo propio muy especial para reconocer que el único oro que sirve es el de la hoja de otoño y que todas obras de un carpintero se convierten en vasijas de sueños.
    Toda mi admiración a este escritor. Felicitaciones a la Revista.
    MARITA RAGOZZA

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  4. Hermoso "El Otoño" Me encantó esa síntesis entre lá mística del santo y la naturaleza a la que hace dormir para que, fatalmente despierte.
    Graciela Urcullu

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  5. Tanto en El otoño como el carpintero se percibe la esencia del escritor, no todos pueden decir de esa forma. Felicito a Francisco

    Pedro Altamirano

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  6. Pancho: un placer leer tus escritos. Creo que esto reinvindica el no olvido.


    Guillermo Navarro.

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  7. No recuerdo las palabras exactas pero Césr Vargas dice que Francisco se mueve con la paz de las palomas, y certifico que sí. Una persona que se toma el tiempo para respirar y saber aroma a qué tiene el aire en ese momento, y tiene historias e historias para contar, tantas que poblarían el resto de su vida. Felicito por esa palabra que deja en un estado especial.

    Lily Chavez

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  8. He leído las dos prosas de este autor: naturaleza y suaves sones poéticos me han deslumbrado. Textos sin fuegos de artificio, de una nobleza y calidad literaria que emocionan. muchas gracias a la lectora que los envió a la revista...
    Andrés

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  9. Creo que Andrés dijo exactamente lo que han producido en mí estos textos. Felicitaciones Francisco!

    Mariano Lazarte
    Junín!

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  10. Francisco es un cantor gozoso, que hasta podría prescindir del discurso formal. Una o dos de sus palabras, puestas con precisión y amor, devuelven la vida a la poesía moribunda. Gloria y loor a este campeón lírico que nació en un pueblo con nombre maravilloso que fue cambiado por los burócratas: Médano de las Cañas. Una de las razones por las cuales me gusta ser cordobés, es porque allí nació Pancho. Marcelo Simòn.

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