del poemario Gata en tránsito, Editorial Alhulia, 2011)
AL PERRO MENDIGO
En el equinoccio de la sombra...
bajo la luz más brillante,
la de todos los seres opacos,
avanzando
espalda a espalda,
ausentes de regazos,
ladrido a ladrido…
estás tú.
Pequeña luciérnaga
que brillas en la oscuridad,
escucha el clamor
del gran corazón abierto.
Déjame soplar las lluvias
hacia el vértice de tu pecho
y coser tu camisa al viento cálido
de los cuatro costados del cielo.
A ti que abres la puerta
al vencido,
al errado
y al niño,
en esta Vía Láctea,
parada y fonda
de sedientos de alma,
cristal y morada de libertad.
Autora de la ilustración: Cheres Espinosa
Poema conmovedor. Muy buenas metáforas.Nos despiertan reflexiones profundas.
ResponderEliminarAbrazo.
amelia
Teresa, ladrido a ladrido este poema me enriqueció los sentires.
ResponderEliminarVa un abrazo
Betty Badaui
Dejame soplar las lluvias, bellísimo verso .
ResponderEliminarMe bastó para iluminar el poema
Mariano Lazarte
Arriba Junín!
EL POEMA ES MUY BELLO, Y SUS IMÁGENES LO SON. COINCIDO :''DÉJAME SOPLAR LA LLUVIA'' IMPACTA POR SU ORIGINALIDAD. ME ENCANTÓ.
ResponderEliminarMARTA COMELLI