jueves, 23 de febrero de 2012

CINE:Los Goya celebran su diversidad a ritmo de rap



El Langui pone a bailar 'hip-hop' a actores veteranos como Juan Diego o Antonio Resines
La gala de los Premios Goya convoca a la plana mayor de la industria
Antonio Banderas y Melanie Griffith atrajeron todas las miradas en la alfombra roja


Otros años la pareja potente del cine español la componían Javier Bardem y Penélope Cruz. Anoche Antonio Banderas y Melanie Griffith pisaron durante un buen rato la alfombra roja de la 26ª edición de los premios Goya, aunque el malagueño entrara pensando que no le tocaba en su cuarta candidatura, que él no era uno de los goyas posibles entre las 16 selecciones de La piel que habito, de Pedro Almodóvar, reciente premio Bafta al mejor filme de habla no inglesa. “Yo solo vengo por mi mujer, que por cierto, cuando vio la película en Toronto y se enteró de todo lo que hacía Legard, me estuvo sin hablar unos meses”, bromeaba abrazando a Griffith, que en español explicó: “Así entendí muchas cosas de él”. Ambos disfrutaron como el resto de sus acompañantes de una noche de humor y espectaculares números musicales, cortesía el mejor de ellos de El Langui y de un variopinto reparto de actores y actrices españoles, que tuvieron que rapear y bailar en un escenario resbaladizo y que imitaba la fachada de un cine, con su marquesina incluida.
Cuatro actores como Javier Gutiérrez, Tito Valverde, Antonio Resines y Juan Diego no parecen a priori grandes raperos. Y puede que no lo sean, pero El Langui les puso las pilas en los ensayos y al grito de “¡¡cine!!” se batieron en duelo sobre quién había ganado un premio, sobre el vestuario necesario para ir a una gala: “ponerse chaqueta”. Y con Diego arremangado, Valverde con cadenas bling bling, Gutiérrez con gafas de sol y Resines con gorra “recién llegado de Brooklyn”, dieron animación al momento posdiscurso presidencial. El patio de butacas gritaba “cine” con ganas, aunque a las viejas generaciones les sonara mejor las canciones pop. Por cierto, El Langui tiene dos goyas, gracias a El truco del manco: mejor canción y mejor actor revelación. Y eso le hizo triunfar al final de su tema en ese duelo de gallos.
En ese ambiente también había algo policial. Si hace dos años Celda 211 dio la campanada, logrando que un thriller derrotara a dramas más canónicos, esta noche la favorita es No habrá paz para los malvados. Los Goya celebran su diversidad con un buen cuarteto de finalistas: unwestern, un filme de “horror frío” —como lo define su director, Pedro Almodóvar— y un drama histórico.
Además, Eva, ciencia-ficción retrofuturista, arranca con 12 candidaturas y la sensación de que los efectos digitales españoles tienen nivel. Mucho nivel. En ese sentido Juan Antonio Bayona estaba satisfecho porque ya ha acabado Lo imposible, “cien por cien por española”, una recreación de la catástrofe del tsunami en Asia, que se estrenará el próximo 12 de octubre y que podría ser una de las grandes favoritas en la gala de 2013.
Otra de las películas del futuro será 33 días. Ese fue el tiempo que dedicó Pablo Picasso a pintar el Guernica. Su director, Carlos Saura, coentregó uno de los premios gordos de la ceremonia. “Hacía tiempo que no venía pero porque no ha coincidido”. Sobre la elección de Antonio Banderas como pintor, lo dejó claro: “Porque es malagueño, porque tiene sus ojos y porque es un actor extraordinario”.
En esa variedad se movió el discurso del presidente de la Academia, Enrique González Macho: por primera vez el máximo responsable salió acompañado de las dos vicepresidentas, Judith Colell y Marta Etura, que saludaron en sus lenguas maternas, catalán y euskera respectivamente. El presidente, en la entrada, solo deseaba que “salga bien la gala”, que “los premios sean justos y celebrados”. Etura insistió en que ante la crisis actual, “que afecta a todos, incluido el cine, ante esos recortes hay que trabajar en equipo”.
Algunos de las participantes hicieron un doblete acorde a los tiempos. Juan Diego Botto, que había estado por la mañana en la multitudinaria manifestación contra la reforma laboral realizada por el gobierno del PP, reflexionó sobre estos días de vino y rosas: “Hoy es como si tuviera doble función, con el sindicato de actores y protestar ante la reforma laboral; y por la tarde apoyar al cine español, en una gala que será divertida”.
Tiempos también duros para el juez Garzón. Isabel Coixet, directora del documental sobre el jurista, apuntó: “Al parecer sí habrá paz para los malvados. En estos tiempos es muy necesario escuchar a Garzón”. Su director de fotografía, vestido con casaca militar, se definió como “combatiente militar”.
Los cuatro directores se declararon tranquilos, echaron balones fuera y señalaron a otros como favoritos. O como aseguró Pilar López de Ayala: “Es emoción más que nervios. Luego te sientas en el patio de butacas y sí, llegan los nervios”. Lo mismo hizo Alberto Iglesias, compositor con nueve goyas, que sigue en su particular duelo con el técnico en efectos especiales Reyes Abades, también poseedor de otros nueve cabezones. “Yo también tengo cara de perdedor, que mira cómo no me hicieron caso en los Bafta el fin de semana pasado”, confesaba el músico donostiarra, que el miércoles vuela a Los Ángeles para los Oscar.
Y una última noticia excelente para el cine español: la reaparición pública de Silvia Abascal, recuperada del ictus cerebral que sufrió hace meses y que entregó el premio al mejor actor de reparto de Lluís Homar por Eva. Emocionada declaró a su llegada a la ceremonia: “Hoy para mí significa mucho más que estar en la gala de los Goya”.

1 comentario:

  1. Me entusiasma ver " 33 días " y " La piel que habito" por la atrapante conjunción de dirección , actores y el guión basado en la novela "Tarántula" de Jonquel.
    Como siempre, Belinchón, es uno de los críticos de cine excepcionales de en nuestro tiempo.
    MARITA RAGOZZA

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