IVAN WIELIKOSIELEK
Platón no tenía razón
Sobre la tapia del pasillo se besan
como dos figuras chinas al caer la tarde
la sombra de dos palomas torcazas.
No necesito salir al patio
para ver a dos palomas reales
besándose en el techo.
No necesito mirar hacia el sol
para saber lo que pasa bajo el sol.
Ciegos lo que tienen que salir de la caverna
para ver una escena de amor.
corresponsal Susana Zazzetti
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