En esta Nochebuena yo quisiera
ser poeta
para escribirle al Niño y a su Madre
un excelso poema...
Ser luna
y ser estrella, e iluminar el sendero
de las almas a oscuras...
Ser viento
y llevar en mi vuelo mensajes de Esperanza
a los hijos del hambre...
Ser lluvia
y golpear los cristales polvorientos
del hombre sin Fe...
Ser cometa
y colgar mi Fulgor pasajero como cendal
en la ventana oscura...
Ser montaña
y detener los vendavales de miserias
y de lágrimas...
Ser campana
y que el ding dong de mi tañir expanda
la palabra Caridad...
Ser brisa
para dejar en la frente del enfermo
un beso de Consuelo...
Ser duende
y esconderme en las cunas de mis nietas
para hacerles cosquillas,
embelesarme en su risa
y ya cansada,
postrarme ante un pesebre humilde
y dar las Gracias...
La ternura inconfundible y un poema que parece tener música propia. Abrazo Mercedes Sáenz
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