Medardo Fraile
Escritor español, Medardo Fraile es conocido por sus relatos y cuentos cortos, siendo considerado uno de los grandes autores españoles del siglo XX, miembro de la generación del medio siglo. Además de su producción de relatos, con numerosas antologías publicadas, Fraile también ha trabajado en novela y ensayo, así como en literatura infantil. Fraile ha ganado premios como el Sésamo, el de la Hucha de oro o el Estafeta literaria. Establecido en Escocia desde los años 60, Fraile ha ejercido la cátedra de castellano en laUniversidad de Strahlclyde. De entre su obra habría que destacar la antología Escritura y verdad, Autobiografía -su única novela-, así como sus memorias El cuento de siempre acabar
Tenía un libro.
Se lo había dado el padre Bonifacio hacía más de tres años.
El libro pesaba y era gordo.
En la numeración de las hojas, el número último era el 1108. Ahora se le habían aflojado las pastas y algunas hojas estaban dobladas y tenían tiesuras y manchones de Coca-Cola y mocos.
Cuando iba a ver a la señora tuerta, lo llevaba consigo.
-Mira qué aplicado es este Rafi. Mira cómo lee.
Y él sonreía con su cara matalona y pícara de niño de la calle.
El libro pesaba y era gordo.
En la numeración de las hojas, el número último era el 1108. Ahora se le habían aflojado las pastas y algunas hojas estaban dobladas y tenían tiesuras y manchones de Coca-Cola y mocos.
Cuando iba a ver a la señora tuerta, lo llevaba consigo.
-Mira qué aplicado es este Rafi. Mira cómo lee.
Y él sonreía con su cara matalona y pícara de niño de la calle.
Lo iba leyendo por segunda vez, poco a poco, desde hacía dos años. A veces, le buscaba un escondrijo en un solar o unas obras y, al cabo de varios días, volvía a buscarlo.
Le hablaba algunas veces.
-A ver si te acabas, Gordo. Un día me harto de ti y ya no vengo a buscarte.
Lo acabó por segunda vez en un coche abollado de un garaje desierto. Sentía frío.
Le hablaba algunas veces.
-A ver si te acabas, Gordo. Un día me harto de ti y ya no vengo a buscarte.
Lo acabó por segunda vez en un coche abollado de un garaje desierto. Sentía frío.
Apretó los ojos y, cuando los abrió, le dijo al libro.
-Gordo, ¿qué vamos a hacer ahora? ¿Empezamos de nuevo?
Miró a la tapia grasienta de enfrente, se abrazó al libro con fuerza y comenzó a llorar.
-Gordo, ¿qué vamos a hacer ahora? ¿Empezamos de nuevo?
Miró a la tapia grasienta de enfrente, se abrazó al libro con fuerza y comenzó a llorar.
º º º º º
Llevaremos a veces , cargas que necesitamos?
ResponderEliminarMe gustó, un placer leerlo y me encantó lo del cuento de "siempre" acabar, me pareció original. Vive no? creo que nació en la década del 20, curiosamente recuerdo al autor por un cuento para niños que contaron una vez los cuentacuenteros cordobeses, que se llamaba algo así como el gallo puesto en hora.- Hoy, Ester, Andrés, le han imprimido a mi día una alegría. Disfruto muchísimo de los cuentos cortos. Un abrazo
Lily Chavez
Duro y tierno, Hay tanta soledad en est vida que algunos solo tienen por amigos , los libros.
ResponderEliminarMe emocionó, Gracias, amelia
Condensa con maestría en pocas líneas una gran ternura y emoción, Carlos Arturo Trinelli
ResponderEliminarMaravillosa capacidad de este escritor de concentrar en pocos renglones una gran historia, que es un reclamo a la soledad, el desamparo de
ResponderEliminartanto. Por suerte el esta, aferrarse a un libro salva. Será siempre así? me encantó.
marta comelli
MEDARDO FRAILE, QUE SORPRESA!. CUANTOS CUENTOS HE LEIDO DE ESTE AUTOR, ME EMOCIONE Y SORPRENDI CON ELLOS. UN AGRADO ENCONTRAR ESTA PUBLICACION.
ResponderEliminarEDGAR BUSTOS