miércoles, 20 de octubre de 2010

POEMAS DE HUMBERTO COSTANTINI




Admitamos

un aséptico bar,
con fórmicas, ventanas,
chaquetas, música ambiental,
tickets, etcétera.
En frente, un cine o un garage,
o un cartel luminoso,
o simplemente el tiempo T
(él es lento, sombrío, fatigado,
viscoso y previsible).
Ahora bien,
en el caso de que el cartel luminoso
golpee insistentemente hasta la náusea,
y si eliminamos por simplificación
(y por razones obvias) el garage y el cine,
nos quedan agrupados los siguientes recuerdos :
una calle de tierra,
una magnolia,
un perro al que uno amaba,
una zanja con yuyos donde estaba el asombro,
los huevitos de gallo
y la siesta.
Descomponiendo entonces siesta en sus usuales términos :
palomas, aguaciles, pereza
y patio con frescura,
podemos fácilmente admitir la existencia
de otro tiempo T'
particularmente azul
e idéntico al prodigio.
Pero como por definición
están los autos en la avenida Cabildo,
sumados al smog,
a la nostalgia,
al correr despiadado de los años,
y a lo que llamaremos provisoriamente X,
multiplicamos por neurosis,
dividimos por la constante 1954,
y queda por lo tanto :
X igual a miedo, igual a impenetrable cáscara,
igual a envenenada y perra soledad.
Que es justamente
lo que queríamos demostrar.





Gardel
Para mí lo inventamos.
Seguramente fue una tarde de domingo,
con mate, con recuerdos, con tristeza,
con bailables bajitos, en la radio,
después de los partidos.
Entonces, qué se yo,
nos pasó algo rarísimo.
Nos vino como un ángel desde adentro,
nos pusimos proféticos.
Nos despertamos bíblicos.
Miramos hacia las telarañas del techo,
nos dijimos:
"Hagamos, pues, un Dios a semejanza
de lo que quisimos ser y no pudimos.
Démosle lo mejor,
lo más sueño y más pájaro
de nosotros mismos.
Inventémosle un nombre, una sonrisa
una voz que perdure por siglos,
un plantarse en el mundo, lindo, fácil
como pasándole ases al destino."
Y claro, lo deseamos y vino.
Y nos salió glorioso, engominado,
eterno como un Dios o como un disco.
Se entreabrieron los cielos de costado
y su voz nos cantaba:
"Mi Buenos Aires querido..."
Eran como las seis,
esa hora en que empiezan los bailables
y ya acabaron los partidos.

8 comentarios:

  1. Mi tiempo esencial que no se anima a alejarse del todo y que hoy es sueño guarda siempre a Buenos Aires ,sus gentes y sus barrios.
    Y Constantini siempre aparece en uno de sus libros que voy leyendo en el subte, o él mismo en un café de la Avenida Pueyrredón con Abelardo Castillo, en un bar de la Av. Corrientes charlando con amigos que desconozco, o en una plaza junto con Santoro y ambos apurados para subir a un micro con destino a un encuentro de militantes por el socialismo.
    Cristina

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  2. No sabía que Constantini había escrito poemas, pero eso se lo debo a mi infinita ignorancia. Me alegro de no haberlos leído y haber tenido el placer de traer a mi hoy esos hermosos recuerdos de ayer. Esos bailables después de los partidos, esas tardes de domingo cuando yo era muy chica y el tiempo todavía no se escribía, ni con minúscula. Ester

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  3. A VECES ME ESTREMEZCO PENSANDO TODO LO QUE NO HE VISTO, NO SE O NO ESCUCHÉ.

    BELLEZA DE POEMAS.

    FELICITACIONES A LA REVISTA

    EDGAR BUSTOS

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    1. Yo también siento a veces ese estremecimiento, no me cabe la vida en tan poco tiempo, qué abarcativa es mi ignorancia!!!!!
      Alicia

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  4. Otro literato rioplatense "ninguneado". Como Kordon, Arlt, Enrique González Tuñón,Wuernike, Elías Castelnuovo. ETCÉTERA...
    Los vamos a rescatar frente a tanto sibaita sin talento que irrumpe con en el escenario con excrecencias de la nada.

    Leoel comentario de Cristina y me digo: "dónde zampabas, Aldao, envuelto en una revolución que terminó como terminó...". Mezcla de frustración, despilfarro, vida regalada.
    Andrés

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    1. Estoy de acuerdo con lo que decís, sólo que el gran ROBERTO ARLT dejó de ser ninguneado a partir de la lectura que hicieron de su obra --a partir de los 60-- Larra, Masotta, Goldar, entre otros: esa lectura fue una recuperación del valor --singular, potente y renovadamente vigente-- de su obra y una puesta en circulación, haciéndole justicia.

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  5. Gracias a la revista que nunca duerme por este rescate de Costantini. Yo tampoco sabía que había escritos poemas, pero nunca es tarde para el deleite.
    Andres Velo

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  6. Qué poemas por favor!. Creo que a Costantini le ha pasado lo que a muchos que serrucharon con la palabra. Recordemos que al principio, ya sus primeras intervenciones son en revistas de tono polémico y luego vinieron sus obras, ya con "Los héroes de Trelew" y "Bandeo" basta para saber de esa fuerza y esa tenacidad de ideas que impide ver cualquier otra faceta. Hasta que, obviamente, al paso de los años se empiezan a descubrir cosas como esta, una bellísima poesía, donde su garra no pierde el filo. Hay un poema que solo sé que se llama Tarea que el habla de lo que hace cuando no hay trabajo en la oficina que es genial o el de la inmortalidad...que dice algo así como qué bárbaro este asunto / de ser así, inmortal,/ festejar nacimiento cada cinco minutos, /ser un millón de pájaros y una levadura atroz (o atroz levadura, no se bien) que es increíble. Un gusto que la revista se ocupara de él....y sí Aldao, muchos fueron ninguneados y seguirán otros el mismo camino pero fe hombre, alguna vez sucede.

    Lily Chavez

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