domingo, 31 de octubre de 2010

ROBERTO GOIJMAN


Roberto Goijman: Nació en Villa Crespo, ciudad de Buenos Aires en el año 1953. Hijo de padres humildes, a los 9 años ya trabajaba repartiendo leche en los carros a caballo de La Vascongada. A los 21 años es amenazado, y aparece en las listas de la Alianza Anticomunista Argentina, “Triple A”, pasando entonces a la clandestinidad. Perseguido por la Dictadura Militar genocida se exilia en 1976, después de evitar ser secuestrado/ detenido. Su vivienda es desmantelada y destruida por una bomba.
Organizador del Iº y IIº Encuentro de Narradores y Poetas, “Los Maestros de la Rosa Blindada” (2001), los “Maestros del Escarabajo de Oro”: Puerto Madryn - Chubut, 2002. Edita y dirige la revista literaria Patagonia / Poesía “La yema del cráneo y el ojo”. Ha disertado en destacados eventos de Argentina y Chile. Fue partícipe y difusor del Nuevo Canto y Poesía Patagónica, “Canto Fundamento”. En el año ’97, fue destacado por la provincia del Chubut por enriquecer a las Letras Chubutenses.
Libros editados: La vereda rota, (1996). 1ra edición. 2da edición (2001), Editorial Ediciones Patagonia. Humo Petrificado, (2000) Editorial Nueva Generación, colección dirigida por Atilio Castelpoggi. Hospital Fernández y otros acontecimientos, (2002) Ediciones Patagonia. Un vapor que navega, (2004) Editorial Nueva Generación. Su obra poética inédita esta compuesta por: Historias contadas al pie de una casa; No me ladres que me hieres; Cuando la dialéctica me envuelve el esqueleto; A cuentas de futuras deudas; Sobre flacas y de flacos; Movimientos Interiores; Poemas de la memoria y del viento; Desde la oscuridad, “poemas de exilio”.


Abrirme

Puedo masticar el pensamiento
bárbaro, salvaje del futuro
y abrirme el pecho
cobijarte
y que no sientas frío.


Batucada

Oír los pasos 
amedrentados del sistema.
Callarse la boca
y escupir orina por la sangre.


A paso Firme

Hilvanan las telas adoquinadas 
de la memoria
tejen, pulen los hilos de la historia 
que los acompañan.
Sufren vestimentas sin luces
pero avanzan.


Como si fueras...

Es como si fueras
un nombre,
unos cuantos números,
una ciudad,
una bella edad,
una generación, 
una mirada inexistente,
un corazón latiendo.
Sin embargo...
Desde la concentración del refugio 
más hermoso, 
donde las aguas de los mares juegan
donde el viento con fuerza bruta
acostumbra a probar al hombre
y a escondidas...
Aunque no lo creas, llora,
pude descifrar
tu pequeña mano tendida.


Lágrimas, Bolitas y Robocop

El recuerdo
es una noche pálida en la mano,
eso no quita que las lágrimas
se conviertan en bolitas
y que el llanto de la muñeca de trapo 
se detenga.
La niñez no es sólo cosa del pasado,
antes jugábamos a que nos crecía la barba,
los bigotes, el vello púbico.
Hoy, a estirarnos la piel, a que no avance 
el tiempo.
Y así como antes sabíamos que no podíamos 
crecer de golpe,
soñábamos más con el futuro.
Hoy sabemos que no podemos detener la vida, 
y en vez de disfrutar lo que nos queda, jugamos
con Robocop y con aquello que, sabemos,
no nos pertenece. 


El Otro País

Son las mismas marcas en los mismos productos
son las mismas señas en las mismas señales.
Es el mismo habla en las mismas habladurías
es el mismo asfalto, en distintas calles
con los mismos nombres.
Pero aquí no hubo trolebuses, ni tranvías,
ni mucho menos adoquines.
Sin embargo a pesar de la distancia 
siempre dijeron que las leyes y derechos 
eran los mismos 
que teníamos los mismos colores y monedas
y que por eso nos descontaban la misma
deuda externa.

De: La Vereda Rota y el verdor del rocío. (1996)

9 comentarios:

  1. expresivo,contundente poesía la de Goijman.
    Muy buenos sus trabajos, felicitaciones!

    Hugo García

    ResponderEliminar
  2. Es muyy lindo el final del poema "Como si fueras" y en realidad está muy bueno traer a Roberto Goijman, y que ande rondando por Artesanías.

    Lily Chavez

    ResponderEliminar
  3. Me gustaría (me olvidé de esto) pedirle a Roberto si no es mucho atrevimiento, que haga un comentario sobre la antología en que participaron tantos amigos, recientemente presentada en Buenos Aires.

    Lily Chavez

    ResponderEliminar
  4. ME SUENA DIFERENTE ESTA POESÍA, UN TOQUE, UN CONDIMENTO QUE LA HACE DISTINTA. MUY BUENA.

    EDGAR BUSTOS

    ResponderEliminar
  5. Me llamó la atención el dato de que el autor repartía leche en los carros de La Vascongada, por la época me parece tan joven. Me impactaron los datos que vinieron después. Felicitaciones por la lucha y la poesía.

    Andrea Casas

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo conocí el tranvía./ El 5 para ir al cine/ y el 89 para Palermo./ A las figuritas de chapa/ a Doña Rosa en el conventillo/ y a sus gatos/ que en los techos se peleaban./ Y a las calles de Buenos aires/ antes que la violarán y le sacaran/ la bombacha.
      Roberto Goijman

      Eliminar
    2. Conocieron el tranvia los carros con firuletes aquellos hombres y mujeres de los años 30...doña Rosa y los gatos peleando en los techados siguen estando en este sillo XXI.... y en las calles de Buenos Aires hoy hasta van sin bombachas ...

      Eliminar
  6. Mentor y alma mater de la Antología de Poesía Social Argentina. de la que enorgullezco de formar parte. Los poemas de Goijman no forman parte de un "menú" convencional: combativos, populares pero con la nota nostálgica que deja la esperanza abierta a pesar de la crueldad del mundo cotidiano.
    Andrés

    ResponderEliminar
  7. Genial poesía y el nombre de Roberto es conocido realmente por su trabajo para armar antología, generar cosas que hacen a la difusión. Saludos desde Junín

    Mariano Lazarte

    ResponderEliminar