domingo, 19 de septiembre de 2010

HUGO CAAMAÑO


Quien es ese señor melancólico y profundo que desde hace años nos mira desde las márgenes? Quien es ese campo nocturno y de batalla donde combaten, indivisos, el sabio y el rebelde, la materia y el ángel? – dice Leopoldo Castilla en la contratapa de la Obra Poética de Hugo Caamaño, poeta nacido en Córdoba , que  reside actualmente  en Buenos Aires.  Desde su bien disimulada vejez – dice Hugo Abalde en otra parte del libro -  Caamaño nos dice que ya no respeta a casi nadie  y que el Juicio Final ya sucedió.
Ha publicado: “Delirios de Grandeza”, 1982;  “La Casa del Canto”, 1985. “ El que manda de lejos”, 1990 ; La llama movediza, 1997; “dios”, 2002, Ediciones del Dock , “Homo Homini Lupus” , 2006 y su Obra Poética , Alción 2007.


Poesía

La poesía tiene que ver con todo,
pero se corta sola.
En apariencia es una bella mujer ingenua
en su jardín. En apariencia.
Dos pretendientes la visitan
e se disputan sus favores,
uno se llama bien, el otro Mal.
El primero le habla en el lenguaje de las flores
y para darle un beso la rebaja con agua
pero es el segundo quien la llena de hijos
y de hijastros.

¿Ese soy yo?

Hace muchísimo tiempo que no sueño.
Con mucho esfuerzo al despertar apenas puedo
ponerme de pie, caminar, saber donde estoy,
reconocerme penosamente en el espejo.
Sí, ferozmente Inocente, ése soy yo.
Quien fuera como el Sol que nunca duerme.


Sin testigos

Me aparto.
Me estremezco.
La cabeza
Ya demasiado madura cae al fondo.

Me desagoto de años y recuerdos.
Abandono el país.
Quemo el idioma.

Arráncame mis padres de la ingle.

Aparto como unas ramas melancólicas
Mis huesos con la mano.

Me voy hacia otra cosa,
Hacia otra cosa.

Aquí no hay tanta luz.
Aquí descanso.


Pólvora seca

Como salta el gorrión de rama en rama
ocurre que a veces repasando un libro
ando a los saltos de página en página,
sin entender con claridad de qué se trata.

Los años me han convertido en un ser inferior.
Mas secarme como un clavel del aire, eso jamás.
Lo que quiero de abajo hacia arriba es estallar.
Fue vanidad creer que el cielo azul era mi cara.

Y vos que según veo sos mi sombra,
no me hagas preguntas espantosas.


6 comentarios:

  1. No lo podía creer cuando vi a este poeta en la revista, hace tanto tiempo que busco sobre él, no sé si vive, si sigue en Buenos Aires. Tengo mucha alegría en el corazón.
    Poetazo con todas las letras.

    Horacio.

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  2. Increíble poeta.Lo único que tengo de él es la "Casa del canto" donde está Caminata otoñal,un hermoso poema que un día, sensible, me hizo llorar. Tengo entendido que el autor era íntimo amigo de Gianuzzi.
    Gracias por la publicación.

    Irene.

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  3. Qué placer encontrar a este poeta en la página.Es cierto lo que dice Horacio de que no se puede encontrar con facilidad poesía de él y me parece, creo que muchos poetas pertenecen a una generación que no ha tenido acceso a internet y lamentablemente eso les ha jugado en contra en cuanto a la difusión.Felicito al editor por esta publicación

    Pedro Altamirano

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  4. El querido Hugo Caamaño. Guauuuu con su poesía, guauuu, con la persona que es, guau con su simpleza, más humilde no puede ser, tal vez por eso sea un grande aunque no todos conozcan su obra, aunque no esté en internet (tenés mucha razón Pedro en tu comentario)pero ojalá los que entren a la Revista no se instalen solo en los conocidos y puedan acceder también a autores como este que no soy los habitues de las páginas literarias.
    Gracias por la publicación.

    Lily Chavez

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  5. ENTRE A VER SI HABIA ALGO NUEVO Y NO SE COMO SE ME PUDO PASAR ESTE POETA. TODOS LOS POEMAS DE EXCELENCIA PERO SIN TESTIGO ME DIO EN PLENO CORAZON.

    EDGAR BUSTOS

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  6. Que placer encontrar estos poemas de un grande a quien no se le hizo todavía el reconocimiento que merece.


    Alcides Bertoldi
    San Justo

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