sábado, 18 de septiembre de 2010

ESTER MANN


'' '''' ' ''' ' '''' LLUVIA  ‘ ‘’’ ‘’’’’ ‘ ‘ ‘’’’’
        
 Septiembre. Fin del verano. Sol calcinante que derrite los huesos. El aire no se mueve, inerte. Las hojas de los árboles han tomado una tonalidad terrosa y las flores se arquean hacia el suelo, cansadas. En el cielo azul, hacia el este, nubarrones de un gris oscuro, que parecen sólidos, prometen lluvia.
Aparecen en mi mente imágenes espontáneas, asociaciones involuntarias: una quijada de vaca reseca, indios que lanzan flechas encendidas, cactus, un hombre polvoriento a caballo y aves de presa planeando por sobre su cabeza; a lo lejos un grupo de casas y en la calle principal un bar. Las puertas de vaiven aún se balancean: alguien ha entrado....
No! ¡Esos no son mis recuerdos! ¡No he vivido esos hechos! ¡No son asociaciones propias, me han sido implantadas por los medios de comunicación!
Son los clichés insertados en mi memoria por los cientos de películas de vaqueros que he visto en mi vida...Frases hechas leídas en libritos baratos...Son recuerdos ajenos, falsos...
¿Qué es lo que estoy escribiendo? ¿De dónde he sacado eso del “sol calcinante”? ¿Desde cuándo las flores pueden estar cansadas? Es que mi cerebro está tan atiborrado de lugares comunes que ya no soy capaz de escribir dos líneas originales, que no haya leído o visto en algún lado?

Mientras pienso todo esto, grandes gotas de lluvia, gordas y pesadas, se rompen en la tierra seca que las absorbe sin que quede huella. Las hojas de los árboles retoman su brillo y las flores comienzan a erguirse.
En el término de unos minutos, la lluvia se ha convertido en un aguacero y ya se empiezan a formar charcos de agua. La temperatura ha bajado varios grados y sin prestar atención comienzo a tararear una melodía.
En mi imaginación la figura de Gene Kelly, con el paraguas en la mano, baila y se empapa de pies a cabeza.
Sigo caminando y disfruto de la mojadura mientras sin querer sigo “cantando bajo la lluvia”.

Ester Mann

8 comentarios:

  1. En medio de tantas situaciones, no cosas, el texto de Ester Mann es una lluvia fresca, no suave, por el planteo entre líneas imaginarias y la realidad. Hace falta pensar así especialmente.
    Muy bueno!
    Chachi Dellate

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  2. En muchos de los textos de Ester aparecen esas extrañas situaciones que nos atañen y con las que uno se identifica apenas comenzado a leer lo que reafirma la sensibilidad de la escritora. Carlos Arturo Trinelli

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  3. Este relato de Ester Mann no podría cruzar la valla del posmodernismo. No podría confrontarse con la deconstrucción. O las grandes verdades literarias dadas de una vez y para siempre. Y lo leí por 2º vez... Y aunque el tema daba para incursionar en los serios problemas del alma humana, en la filosofía o en el solipsismo, Ester se ocupa de la prosaica actitud de la criatura humana que piensa como un gregario, habla de memoria, como en las telenovelas, y actúan como como Rodolfo Darín o Penélope Cruz.

    Andrés Aldao

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  4. Vuelvo al comentario, se me escapó... pero (Ester) reivindica el acto más importante del ser humano: ser uno mismo, actuar como uno mismo, ser auténtico y dueño de su propia prsonalidad.

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  5. Ester felicitaciones por el texto, me conmovió esperar la lluvia, ese cantando bajo la lluvia que muchos recuerdan, fui sacando también yo los propios recuerdos.

    Irene

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  6. Leí atentamente el texto, atentamente como lo merece Ester Mann. En sus palabras siempre aflora lo que siente el ser humano con las cosas cotidianas. Y ella lo dice de esa forma tan sencilla, con la transparencia de quien le está contando a una amiga, a una persona que está al lado. Y entonces, quien escucha, lo entiende, aquí no cuentan palabras difíciles, ni un camino rebuscado, ella lo hace con transparencia y autenticidad. Y es más se pregunta ¿de dónde he sacado eso de sol calcinante? y me sonreí, me hizo acordar a Abelardo Castillo en su texto "Un taller de cinco minutos" , todo lo que dice Ester, me moviliza y vaya si eso no es bueno.

    Lily Chavez

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  7. La única lluvia que me gusta, la del fin del verano, en donde tan bien dices, Ester, que hasta las flores se cansan del calor, y el agua alivia. También traes al prsente canciones, películas, paisajes . . .
    Cada uno tiene sus propias lluvias.
    Me encantó leerlo.
    MARITA RAGOZZA

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  8. HOLA ESTER, EL VERANITO SE NOS ACERCA, A UDS. SE LES VA ¿SI?, Y ESAS TORMENTAS DE VERANO TRAEN LUMINOSIDAD AL VERDE Y A LAS CASAS LOS EDIFICIOS Y LA ALEGRÍA DEL CANTO. NEGAR LOS INEVITABLES HECHOS VIVIDOS COMO VER PELÍCULAS DE COWBOYS NO ES POSIBLE, A TODOS NOS TOCÓ Y NOS HABRÁN MOVILIZADO OPORTUNAMENTE PARA DEJAR COMO EN ESTE RELATO UN GUSTO A: ESO NO ES LO QUE QUIERO, LO QUE PIENSO.
    LA LLUVIA RESCATA, LAVA TODO LO QUE TOCA, Y LIMPIA EL CORAZÓN DEL PERSONAJE. EL PÁRRAFO FINAL AGREGA ALGO BELLO, IMÁGENES MOVILIZADORAS COMO ""ESAS GOTAS ESTRELLÁNDOSE CONTRA LA TIERRA SECA, GORDAS, PESADAS"". IMPOSIBLE NO VERLAS. MI AFECTO. marta comelli.

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