El rincón de los libros -nuevos o injustamente olvidados-
por Cristina Pailos
El Baile
Autora: Irene Némirovsky
Título original: Le Bal. Copyright: Editions Grasset & Fasquelles, 1930
Editado en español por Editorial Salamandra- Barcelona-
1ra. Edición 2006- 13ª edición 2009
Una joya literaria que recupera su merecida acogida del público y de la crítica después de más de setenta años de olvido. “Un libro maravilloso, ágil e incisivo” -Le Monde.
“El Baile tiene un tono profético. Escrito el año previo al gran crack de la Bolsa y cuatro años antes del ascenso del nazismo, es la novela de un desastre en el que casi nada sucede y nadie se salva.”. El Manifiesto.
Por mucho tiempo, casi nadie parecía recordar esta obra que fue adaptada al cine en 1931 y constituyó el lanzamiento de Danielle Darrieux, actriz de larguísima trayectoria cinematográfica.
Contundente y exacta se resuelve en la mayor brevedad. Menos de cien páginas escritas con fuentes tipográficas grandes y amplios márgenes van desarrollando un argumento que desde su inicio nos desasosiega. No hay acción, excepto la que es clave y desencadenante del rumbo de la historia.
No se repara demasiado en el aspecto exterior de los protagonistas, pero sí nos permite sumergirnos en la psicología de la protagonista ante el rechazo y permanente confrontación con una arbitraria autoridad materna en esa etapa difícil que es el paso de la adolescencia a la adultez.
Es también un retrato íntimo de quienes sólo encuentran sentido a sus vidas en el poder económico y el ascenso social.
Consciente o inconscientemente, Irene Nemirovsky caricaturiza la estupidez de ciertas personas que en poco tiempo perderían sus bienes y hasta sus vidas. La tragedia estaba cerca pero aparentemente nada ocurría y los nuevos ricos, los snobs de Europa no imaginaban que sus fiestas se detendrían en el abismo. El buen observador de la época también se sentiría tan intranquilo como nosotros, los lectores, con el desarrollo de esta nouvelle donde nada ocurre pero se siente que el huevo de la serpiente ya se está incubado.
Parece que Nemirovsky la escribió de un tirón, posiblemente para alejar los propios fantasmas de su infancia solitaria, muy poco feliz con exceso de disciplina y una madre similar o aún peor que la madre de Antoinette, la protagonista.
Los padres de la joven han pasado en muy poco tiempo de la pobreza a la opulencia debido a un giro muy favorable en la Bolsa y ella pertenece ahora a una familia de mucho dinero. Esa situación de privilegio sólo le proporciona deberes y sumisiones pero nada de gozo. Cuando los padres organizan el gran baile de más de doscientos invitados, gente encumbrada que sólo conocen por sus apellidos a Antoinette se le impide participar. Hacen una fuerte inversión en ese Baile que consideran decisivo para el futuro de imagen y negocios, pero las furias desatadas en un adolescente, medio inconscientes e infantiles y a su vez de irrefrenable crueldad pueden dar lugar a impredecibles consecuencias. Y así actuará Antoinette.
Vayan a El Baile por su cuenta, vale la pena. No quiero contarles todo el libro, aunque si conocieran el argumento, igualmente vivirían el placer de una narración muy bien escrita.
Irene Nemirovsky
Los Nemirovsky fueron una familia de inmensa fortuna que decidió dejar Rusia tras la revolución de 1917. En 1919 se establecieron en Paris. Irene, hija única, recibió una esmerada educación de acuerdo, por supuesto, con los códigos de la alta burguesía en ascenso, pero la exigencia, rechazos por parte de su madre y la soledad, le hicieron padecer una niñez y adolescencia muy tristes.
Tras obtener la Licenciatura de Letras en la Sorbona , en 1929 envió su primera novela, David Golder a la editorial Grasset. En pocos años escribió mucho y se perfilaba como una gran escritora con elogios de importantes figuras de la crítica y del arte, entre ellos J. Cocteau de quien llegó a ser asesora. Pero la Segunda Guerra Mundial, el ascenso del nazismo, la ocupación alemana en Francia cambiarían su destino.
A pesar de ser una escritora en lengua francesa reconocida e integrada en la sociedad francesa, el gobierno francés, sin embargo, rechazó su petición de nacionalización en 1938, en franca actitud antijudía. Víctimas de las leyes antisemitas promulgadas en octubre de 1940 por el gobiernote Vichy, su esposo no pudo trabajar más en la banca y a Irene le impidieron publicar. Ambos llevaron la estrella amarilla.
Fue arrestada en 1942 por la gendarmería francesa e internada en un campo de concentración francés ; muy pronto sería deportada a Auschwitz, donde según algunas versiones murió de tifus mientras que para otros la asesinaron en la cámara de gas igual que a su marido.
Después del arresto de sus padres, sus hijas Denise y Elisabeth Epstein vivieron escondidas durante la guerra, ayudadas por amigos de la familia pero siempre tuvieron con ellas los manuscritos inéditos de la madre, entre ellos, la Suite francesa.
Eran dos tomos de una novela inacabada por que tiene por escenario el éxodo de 1940, la ocupación y la pérdida de una Francia que ya no existía. Es un relato franco de la Francia de Vichy. Además de los dos tomos escritos, había numerosas notas de los tomos sucesivos y de posibles cambios en los ya escritos. No pudo terminar esta obra por los motivos ya explicados sobre su detención, deportación y muerte. En 2004 fue publicada y recibió el Premio Renaudot como homenaje póstumo, y por qué no, también para saldar la deuda de una ciudadanía denegada en su momento por acatamiento a las leyes del nazismo.
Esta publicación tardía fue recibida con mucho éxito y traducida a varios idiomas. A raíz de esta resurrección, aparecieron otras obras de Nemirovsky y El Baile , además de ser una joya, es la que mejor refleja una época de su vida .●
Muy interesante y no conozco la obra, seguramente como otras tantas que pasarán sin que reparemos en ellas. Pero está bueno para tenerlo en cuenta, por ahí - no sé si les ha pasado - alguien nombra un libro o un autor y a los días lo vemos en otro lado y decimos qué casualidad. En realidad no se trata de casualidad, sino que el nombre al desconocerlo nos pasa desapercibido. Muy bueno Cristina, gracias.
ResponderEliminarInteresante aporte para la revista, yo tampoco conocía a la autora. Carlos Arturo Trinelli
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