GUSTAVO CASO ROSENDI
( Chubut. Reside en La Plata. l962). "Elegía común" "Bufón fúnebre".
Tengo siempre, muchos libros sobre el escritorio y a cada rato voy de uno hacia el otro. Viajan mis ojos y mis manos en un ir y venir de permanencia que quisiera no se detuviera nunca. "Anclada", felizmente, en esta tarea de lectura y selección, dudo entre enviar un escritor u otro, entre un verso y otro. Quisiera enviar al editor todos los poetas del mundo, todas las poesías del mundo para que dieran vueltas por el universo entero. Imposible hacerlo. Y a veces siento culpas. Yo no conocía ni por nombre ni obra ni lecturas a Gustavo Caso Rosendi. Me encontré con fotografías nítidas, alegradas como por una voz que me iba describiendo y narrando situaciones reales, con un lenguaje poseedor de la belleza de lo simple. Lugares y personas viven y actúan en cada verso a los que el poeta impregna de un estilo particular, claro, con finales irreprochables. Cada palabra, cada objeto existen en un todo, expresan una vivencialidad única y agradable, actúan en un panorama de barriletes, cuadros mal colgados y musgos tristes. Maravilloso hallazgo: los misterios insondables de la palabra. Susana Zazzetti.
Tengo siempre, muchos libros sobre el escritorio y a cada rato voy de uno hacia el otro. Viajan mis ojos y mis manos en un ir y venir de permanencia que quisiera no se detuviera nunca. "Anclada", felizmente, en esta tarea de lectura y selección, dudo entre enviar un escritor u otro, entre un verso y otro. Quisiera enviar al editor todos los poetas del mundo, todas las poesías del mundo para que dieran vueltas por el universo entero. Imposible hacerlo. Y a veces siento culpas. Yo no conocía ni por nombre ni obra ni lecturas a Gustavo Caso Rosendi. Me encontré con fotografías nítidas, alegradas como por una voz que me iba describiendo y narrando situaciones reales, con un lenguaje poseedor de la belleza de lo simple. Lugares y personas viven y actúan en cada verso a los que el poeta impregna de un estilo particular, claro, con finales irreprochables. Cada palabra, cada objeto existen en un todo, expresan una vivencialidad única y agradable, actúan en un panorama de barriletes, cuadros mal colgados y musgos tristes. Maravilloso hallazgo: los misterios insondables de la palabra. Susana Zazzetti.
Estamos remontando un barrilete
de palitos de tilo y pétalos de magnolia.
Tiene una extraña forma de colibrí y tiranosaurio
y está allí, queriéndose ir, sostenido por
el aletear molesto de las moscas
y amarrado al hilo que nace de la mano.
Pero está allí, como un eclipse fetal.
A veces ocultando un poco al sol que pretende
enceguecernos. Y a veces picoiteando un panadero
o tragándose una baba del diablo
o simplemente saludando.
Y pensamos: qué bueno que haya un monstruo
allí arriba que pueda protegernos del adiós.
Y el adiós, más tarde lo sabremos,
mientras el sol ahora rodea el perfil del barrilete,
el adiós es Dios sin él mismo.
Y esa es la la cara que debería tener al menos
el viento en esta tarde.
BAR
Sentado en el rincón, vino en mano,
miro cuadros mal pintados, figuras de fútbol,
trofeos derrotados por el tiempo.
Alguien bebe a mi lado un Guillermo I.
Es siempre el mismo, lo sé, aunque nunca
nos hemos hablado, ni siquiera mirado,
los dos nos dirigimos hacia algún punto
en común.
Paredes verde sucio, musgo triste.
La cabeza de un viejo se balancea al ritmo
del reloj de péndulo cuando funcionaba.
Una mano venuda mezcla barajas pegajosas.
La tarde cae también como esas mejillas aletargadas,
picadas vaya a saber por qué bicho de sueño muerto.
Paredes verdes cabalgadas por momias de alazanes
entre botellas de ginebra Llave y Cabrinis en canastita.
Pinerales. Caña Amarilla. Botellas cerradas
pero semivacías. Botellas bebidas por fantasmas.
Quizás
Tantas veces
la hemos invocado.
Quizá en algún momento estuvo
acodada y observando todo ésto.
Hay otra fotografía: Eusebio Marcilla
el caballero del camino. Su automóvil levanta una polvareda
que se junta con el humo de los cigarrillos.
Y todo se va evaporando con la tarde
y va ascendiendo hacia allí, hacia el cielo.
Al cielorraso grasiento que nos contempla desde arriba
como un Ángel borracho, empedernidamente sabio.
º º º º º º º º º º º º
EXCELENTE, EXCELENTE POESÍA! ME SENTI MUY IDENTIFICADO CON EL AUTOR Y COMPRENDO LO QUE DICE LA SEÑORA SUSANA EN LA INTRODUCCION, TAMBIEN A MI ME SUELE PASAR CUANDO RECORRO MI BIBLIOTECA Y POR AHI, "DESCUBRO" O "REDESCUBRO" UN POETA . SI SEÑORA, NO ES FÁCIL HACER UNA ELECCIÓN, TAMPOCO LO ES PARA EL LECTOR.
ResponderEliminarSALUDOS
EDGAR BUSTOS
Por fin acordamos compañeros, es verdad, suele pasar lo que a Su, es mas , a veces redescubrimos poetas que ya habíamos leído.
ResponderEliminarYo tampoco conocía ese poeta y me encantó. también tus palabras, Su.
Gracias por el compromiso.
Abracito, como Ud dice. amelia
Poesías que van contando. Muy buenas. Mi cariño
ResponderEliminarolga cabrera ladu
Introducción que sale del alma de la poeta corresponsal, poemas de un autor que despiertan toda mi admiración. Tan cierto es lo de las imágenes... Felicitaciones!
ResponderEliminarCuando el arte es un todo: una belleza todo el conjunto: cuadro, introducción, poesía. ¡ Felicitaciones! Fernando de Zárate
ResponderEliminarPoesía desdcriptiva, pero donde cada objeto tiene un significado y nos muestra otro mundo que el sólo visual. Verdaderamente para mí es un hallazgo. No lo conocía.
ResponderEliminarMARITA RAGOZZA
Poemas descriptivos, pero donde no sólo viven los objetos , lugares y personas, sino donde hay una extraordinaria calidez en el lenguaje y una cierta misericordia, que conmueven al lector.
ResponderEliminarMe gustaron mucho.
Felicitaciones Susana "por tus hallazgos"
Juany Rojas